Quedaría aprobado el presupuesto posadeño

Es el cálculo que debería aplicar en 2016 el intendente electo Joaquín Losada, quien resulte presidente del Deliberativo y el próximo ombudsman Jorge Alejandro Cohen, pero que fue elaborado por quienes reemplazarán el 10 de diciembre.Tres son las ordenanzas que con ese propósito deben sancionar los concejales y prevén, cada una de ellas, fondos de 831,5 millones de pesos para el Ejecutivo municipal; 100,5 millones para el Deliberativo y 4,9 millones de pesos para la Defensoría del Pueblo. Los tres proyectos fueron incorporados al deliberativo en la sesión del pasado 1 de octubre y tras ella se realizaron varias reuniones en la Comisión de Presupuesto, donde se recibió a funcionarios municipales para que expliquen en detalle algunos aspectos de ese cálculo de recursos y gastos como a la titular de la Secretaría de Hacienda, Laura Blodek o los de Obras Públicas y Servicios Públicos, Marcelo Surraco y Manuel Sánchez.Algunas precisionesEl último de esos encuentros se realizó el lunes pasado, ocasión en que se terminaron de pulir los detalles de un dictamen que prevé, entre otras cosas, un crecimiento del 39,14%  para el plan de obras públicas y del 37,32% en las partidas de Bienes de Consumo y Servicios.Área esta última que incluye "todas las erogaciones que tienen que ver con las acciones tendientes a la preservación de la salud pública, al control de las enfermedades vectoriales, las acciones intensivas de limpieza que incluye la recolección de basura no convencional y tareas de capacitación y concientización de atención de la salud".También debería contener una previsión superior a los 14 millones de pesos destinados al presupuesto participativo que no debe ser inferior al 1,5% del cálculo gastos previstos para todo el año. En coincidencia con una metodología repetida en los últimos tiempos, en la previsión para 2016 se volvería a conceder facultades especiales al jefe comunal y al titular del Concejo Deliberativo para disponer cambios en el cálculo presupuestarios, readecuando y reasignando sus partidas. Un mecanismo utilizado permanentemente en el último sexenio, en los que los balances generales de cada uno esos años fue marcadamente superior al cálculo realizado previo al inicio del ejercicio.