Señora Directora: El presidente Arturo Umberto Illia asumió el 12 de octubre de 1963. En el 1964 se publica en el Boletín Oficial la Ley 16.459, del salario mínimo, vital y móvil. Se promovió la Ley de Abastecimiento, destinada a controlar los precios de la canasta familiar y la fijación de montos mínimos de jubilaciones y pensiones. Anuló las concesiones que había hecho Frondizi para la explotación de YPF. El presupuesto en educación llegó al 23% en el año 1965. Se llevó adelante un Plan nacional de Alfabetización. Entre 1963 y 1966 se graduaron de la Universidad de Buenos Aires (UBA) 40.000 alumnos, cifra más alta en toda la historia de esa casa de estudios. Se promulgó la ley de medicamentos que regulaba los precios. En materia económica tuvo una política de ordenamiento del sector público, de disminución de la deuda pública y de impulso a la industrialización. Se creó la Sindicatura de Empresas del Estado para un control más eficaz de las empresas públicas. La evolución del Producto Bruto Interno siempre fue en subida. La deuda externa disminuyó de 3.400 millones de dólares a 2.600 millones. El salario real horario creció entre diciembre de 1963 y diciembre de 1964 un 9,6%. La desocupación pasó de 8,8% en 1963 a 5,2% en 1966. Una madrugada del 28 de junio de 1966, Illia le decía al militar que lo quería destituir: “El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas soy yo…Mi autoridad emana de esa Constitución. Ustedes no tienen nada que ver con el Ejército de San Martín y de Belgrano. Le han causado mucho mal a la patria y lo seguirán causando. El país los condenará por esta usurpación. Mi bienestar personal no me interesa. Me quedo trabajando en el lugar que me indica la ley y mi deber”. El descontento militar se combinó con una fuerte campaña de descrédito. La campaña de desprestigio contra el presidente Illia y la democracia, se realizó de manera sistemática, utilizando ciertos periodistas y medios de prensa, como Mariano Grondona en Primera Plana (autor luego de los primeros comunicados militares golpistas). Para ello se recurrió a la imagen de “la tortuga”, para caracterizar la gestión del Presidente como timorata y falta de energía. Estados Unidos, en el marco de la Guerra Fría, impulsaba desde la Escuela de las Américas la llamada Doctrina de la Seguridad Nacional. Tato Bores decía: “La cuestión es que a Don Arturo lo rajaron porque decían que era muy lento, que era una tortuga. Ahí tuvimos un cacho la culpa todos porque los sindicatos, la CGT le tiraba tortugas en Plaza de Mayo; los medios en contra, los periodistas en contra, los humoristas le hacíamos chistes. Éramos una manga de boludos que pa’ que’ le via’ contar, porque el problema no era que Don Illia era lento: el problema es que los que vinieron después fueron… fueron rápidos, y fuimos derecho pal’ cara…melo, fuimos, pero bah, ¡pero rápido! “Claro, no todo fue negrura en aquellos años porque en 1966 hubo avances: porque después de la “Noche de los bastones largos” cerraron todas las facultades y entonces todos los investigadores, científicos, matemáticos, laburantes de las neuronas, avanzaron: avanzaron hacia la frontera y se las tomaron y no volvieron nunca más. Después, apareció algún premio Nobel que volvió: a saludar a la familia y se las volvió a tomar, ¡total…!”





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