Entre seis y ocho criminales despiadados irrumpieron en una chacra ubicada en el lote 128 del paraje Bayo Troncho, distante a quince kilómetros del ejido urbano de esta comuna, y a mano armada asaltaron a los propietarios para escapar con una suma superior a los 140 mil pesos.Fuentes ligadas a la investigación indicaron que los malvivientes procedieron en todo momento con mucha violencia, golpeando incluso a las víctimas para que contaran el lugar preciso donde guardaban dinero. Esta situación se extendió incluso después de que se hicieran con los más de 140 mil pesos en efectivo.El atraco se produjo el miércoles, alrededor de las 21, pero los asaltantes actuaron con tanta saña y temeridad que las víctimas lograron liberarse recién ayer.A eso de las 7, un vecino de los agricultores se comunicó con la comisaría de Los Helechos y denunció el lamentable episodio delictivo. Entonces una numerosa comitiva policial se dio cita en el lugar e inició un riguroso operativo de rastrillaje, en busca de los responsables.Obviamente, la brecha horaria entre la perpetración del asalto y el momento en que la Policía tomó conocimiento del mismo jugó a favor de los maleantes para que pudieran desaparecer sin dejar rastros.Por esa razón, al menos hasta el jueves a última hora, no había novedades respecto de la identidad o el paradero de los sospechosos. Los asaltantes se dirigieron primero a la casa de los cuidadores del predio, un hombre de 26 años y su compañera, de 22.Ninguno tuvo tiempo de reaccionar. Fueron amedrentados a punta de arma de fuego y conducidos hasta la casa principal, donde se encontraron los propietarios de la chacra:?Juan (66) y Lilia (69). Allí estas personas corrieron idéntica suerte.Los dueños fueron golpeados para que confesaran dónde guardaban el dinero; hasta que no tuvieron otra alternativa que decirlo. Los ladrones no se contentaron con los 140 mil pesos. Siguieron buscando mientras amenazaban a las víctimas con matarlas si osaban llamar a la Policía.Los investigadores estiman que los delincuentes permanecieron en la propiedad hasta la medianoche del miércoles. Antes de escapar, encerraron a los agricultores en una de las dependencias y los despojaron de sus celulares advirtiéndoles que no salieran de la vivienda porque los matarían.Para los pesquisas, los ladrones no son profesionales: "Sólo rateros se llevan una garrafa de diez kilos teniendo en su poder una importante suma de dinero", indicó uno de los detectives.Además del dinero y el cilindro de gas, los malvivientes se llevaron los celulares de las víctimas. En el caso interviene el Juzgado de Instrucción 1 de la ciudad de Oberá, a cargo de la jueza Alba Kunzmann de Gauchat.Amenaza latente"Si salen, los matamos a todos", habría lanzado uno de los criminales a las víctimas del asalto perpetrado el miércoles, hacia las 21, en el paraje distante a quince kilómetros del ejido urbano de Los Helechos.Los dueños de la chacra y la pareja que colabora con ellos en las tareas rurales fueron encerrados en una habitación, después de ser golpeados para que contaran el lugar donde escondían el dinero.Antes de escapar con rumbo desconocido, los ladrones tomaron las llaves de los vehículos estacionados frente a la casa y las hicieron desaparecer, para que los damnificados no pudieran buscar ayuda de inmediato.También se llevaron sus celulares, indicaron las fuentes. Se labran actuaciones en una causa caratulada como "robo agravado por el uso de arma de fuego, en banda y despoblado"; con conocimiento e intervención del Juzgado de Instrucción 1 de Oberá, a cargo de la magistrada Alba Kunzmann de Gauchat.Cronología1- Eran las 21 del miércoles cuando los asaltantes irrumpieron en la vivienda de los cuidadores de la chacra. Los redujeron a punta de arma de fuego y los condujeron a la casa principal, donde estaban los dueños.2- La banda, integrada por entre seis y ocho delincuentes, golpeó a los dueños de la hacienda para que contaran dónde guardaban el dinero. Así se alzó con una suma superior a los 140 mil pesos, consignaron. 3- Antes de escapar, los maleantes encerraron a las víctimas en una dependencia de la casa. La última orden que dieron a los agricultores fue que no salieran y menos que llamaran a la Policía porque los matarían.
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