La niña padece morquio, una enfermedad genética que ataca a los huesos y por esta razón necesitaba desplazarse en silla de ruedas o con ayuda de muletas. Gracias al proyecto de Perros en Servicio de Ipswich, Massachusetts, Bella conoció a un gran danés que hace su vida mucho más fácil. George se convirtió en su compañero diario y ambos se volvieron inseparables, indica el sitio español A3.




Discussion about this post