Diversidad sexual, familiar y cultural, personas que viven con discapacidad, aspecto físico y perspectivas de género. Estos son los seis ejes sobre los cuales gira el programa #miescuelalibredediscriminación, una iniciativa que busca erradicar al bullying de las escuelas de Posadas. Ideado por la agrupación “Colectivo 108”, en la que trabajan alrededor de diez jóvenes profesionales interesados en generar conciencia, se dicta en instituciones locales y consiste en una serie de charlas y talleres donde la palabra es el principal mediador. “La iniciativa insta a los alumnos a generar un proyecto, una acción específica para ayudar a la eliminación del bullying, de la violencia y de la discriminación en su escuela”, señaló a PRIMERA EDICIÓN Nicolás Pintos, parte de la agrupación y uno de los disertantes de las distintas charlas. El proyecto, avalado por el Concejo Deliberante de la ciudad, comenzó hace dos meses y está en sus encuentros finales. Es la primera vez que se implementa y en la actualidad las charlas se dictan en el CEP 4 y el CEP 57, ambos de esta localidad. “Una escuela -el CEP 4- es del centro, la otra es del barrio Prat. Son dos realidades totalmente distintas, pero con las mismas inquietudes: generar un espacio escolar para que pueda haber una institución cada vez más inclusiva, que aprenda a aceptar todas las diferencias”, señaló Pintos. “La idea es que los chicos se encuentren con una persona discapacitada, porque a ellos les asombra cómo un ciego puede ser abogado, cómo un travesti puede trabajar en la administración pública o ser docente. Se asombran porque no lo conocen. Cuando comienzan a conocer a la persona que vive de una manera diferente, empiezan a naturalizar la situación”, indicó Pintos. Entonces, son los mismos protagonistas los encargados de hablar en las charlas para que los alumnos conozcan de cerca cuáles son estas realidades diferentes y la intención es que, a partir de las mismas, puedan contar sus experiencias a través de las redes sociales, el ámbito en el que se manejan. Por esa razón, el nombre del programa está pensado con el numeral.La respuesta de los jóvenesDe manera contraria a lo que se cree, cuando los jóvenes escuchan, comienzan a hablar. En este caso, es mucho lo que tienen para contar. “Después de las charlas nos dimos cuenta que empiezan a animarse a contar sus experiencias con el bullying. Nos apartan y relatan cuáles son sus vivencias. Nos encontramos con muchas situaciones y de lo más diversas, hemos sido testigos de llantos y también de risas”, contó Pintos. Indicó que, en varias ocasiones, los jóvenes se encuentran con su propio prejuicio, y “siempre intentamos que ellos se pongan bajo del microscopio, que se evalúen a sí mismos”, señaló.Las charlas tienen una dinámica similar: al principio los disertantes comienzan a exponer sus ideas, y luego son los alumnos quienes hablan sobre sus prejuicios, sus concepciones del mundo y de las situaciones que viven. “Trabajamos desde ahí y buscamos romper varios mitos. Por ejemplo, algunos varones creían que las mujeres no transpiraban. Creían que las mujeres, de manera natural, estaban higiénicas, limpias y ordenadas. Entonces las chicas comenzaron a contar sus experiencias, y los chicos se dieron cuenta que esas son ideas relacionadas a la mujer siempre relegada al orden, a la limpieza, a la cuestión doméstica. Es como que se empiezan a romper ese tipo de cosas”, contó Pintos. El integrante de “Colectivo 108” indicó que “tuvimos un mejor alcance entre los más chicos. Cuanto menor es la edad del que nos escucha, es mucho más fácil”, finalizó. Un poco sobre "Colectivo 108"Integrada por jóvenes profesionales, es una organización que trabaja a la discriminación y la inclusión hace dos años y que se encarga de articular su accionar con el Estado y otras organizaciones. “Trabajamos también la trata de personas, la violencia de género, la situación de las mujeres en la actualidad, las personas que viven con discapacidad, las pertenecientes al colectivo de lesbianas, gays, bisexuales y trans, víctimas de violencia de género, y otras situaciones relacionadas a los derechos humanos y la igualdad de oportunidades”, señaló Nicolás Pintos, uno de sus participantes. Está conformado por personas de la sociedad civil, con diferentes profesiones como abogados, psicopedagogos y docentes. “Trabajamos juntos hace cuatro años y hace dos estamos con la forma de “Colectivo 108”.





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