POSADAS. El último domingo por la noche, cuando el silbato de los árbitros marcó el final del Torneo Argentino A de Selecciones Mayores y la consagración de Mendoza como campeón, se cerró también una página histórica para el futsal posadeño. Puede parecer un concepto rimbombante o subjetivo pero, en realidad, fue lo que sucedió.Es cierto que el máximo objetivo, lo más bonito, hubiese sido dejar el título en casa como no sucede desde Oberá 1980, cuando la selección -en aquel caso de Misiones y dirigida por Antonio Marzal- marcó su última estrella en la constelación nacional. Sin embargo, el tercer puesto es más que meritorio y dice mucho sobre la posición que viene a ocupar en este tiempo nuestro fútbol de salón.El futsal posadeño y misionero, en general, había tenido sus últimos años de éxito allá por 2002, cuando Crucero del Norte se consagró campeón de la División de Honor que se disputó en Mendoza. Después de eso, cayó en una curva descendente que tocó fondo en pocos años.Recién en 2006 se comenzó a salir de lo profundo. Tras varios años de ausencia, la selección posadeña -a esa altura la Confederación ya había resuelto que en los Argentinos participaran selecciones de cada asociación y no de cada provincia- volvió a viajar a un Argentino. Fue en Rosario. Y al año siguiente en Río Grande, Tierra del Fuego. No se consiguieron buenos resultados, pero esos viajes marcaron el comienzo de una nueva etapa.Desde entonces, el futsal posadeño volvió a ganar protagonismo y a recuperarse de esa caída que tanto mal le hizo. Con apoyo de extraños y ajenos la selección volvió e incluso los clubes comenzaron a organizarse y salieron a rodar el país.De ahí a poco, Posadas recuperó su bandera, hasta que en Ushuaia 2012 Itapúa Tenis Club rompió un maleficio de diez años y se consagró campeón de la División de Honor. Quiérase o no -y más allá de la eterna polémica sobre la presencia o no de jugadores extranjeros en la plantilla- aquel título potenció a Posadas y terminó de cerrar ese trampolín de subida. Otro reflejo fue el tercer puesto de Lencería Julieta en el Nacional A Corrientes 2014, si es que se quiere medir en resultados, porque otros muchísimos equipos también viajaron y aunque no llegaron lejos, sentaron precedentes a nivel nacional.La semana pasada todo eso salió a la luz en el “Finito”?Gehrmann. En la cancha quedó representado el trabajo de la selección, pero también de todos los equipos de la A, de la B, C y D.?¿Demagogia? No. Realidad. Porque cualquiera que está en el futsal desde hace más de diez años se da cuenta de que hoy un equipo que en 2005 peleaba por estar entre los ocho mejores de Primera apenas sí podría estar jugando en la cuarta categoría. El futsal caló hondo en Posadas, la preparación de cada club cada vez es mayor y eso genera más y mejor competencia. Por eso es el deporte que más gente atrae en la ciudad.Claro que no todo es color de rosas. El Argentino también demostró algunos puntos negativos y lo que todavía nos falta para dar el salto y acercarse a Mendoza, merecido campeón, con cinco jugadores de la selección argentina en el plantel. Pero haberle ganado dos veces a Ushuaia y una a Comodoro, dos potencias, es la muestra de que el desafío es difícil, pero no imposible.





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