Cincuenta años después de haber culminado sus estudios en la Escuela 26 de Tarumá, los egresados y amigos compartieron una memorable cena donde revivieron recuerdos y anécdotas de sus días como escolares hasta 1964. El reencuentro se realizó en Posadas, el 15 de octubre pasado.“La cohorte troncal no tenía más de una docena de alumnos en una escuelita de madera, recién inaugurada. Nuestros padres ayudaron a terminarla. Éramos tan pocos que las maestras muchas veces tenían a varios grados juntos, y/o admitían hermanos que llevaban el mismo ritmo escolar”, explicó Jorge Berger, uno de los graduados.A la cena asistió poco más de la mitad de los egresados 1964, una docente actual de la institución casada con un exalumno, y un exdocente de la escuela, Vitalino Acosta.“Comparo a mis compañeros de Escuela, y ahora amigos de vida, como que cada uno de ellos es para el otro, ‘un as de oro’, un campeón inigualable”, señaló Berger a PRIMERA EDICIÓN. “Al despecho de una cultura decadente, no nos hace falta el as de bastos, que es el garrote, ni el as de espada, el asesino, ni el as de copa, el adictivo, para ser felices”, finalizó el egresado, feliz tras el encuentro.





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