Y aquellos que fueron vistos danzando fueron vistos como locos por aquellos que no podían oír la música. Nietzche…. Y yo le agregaría por aquellos que no podían oír la música de su corazón.Ella… en un cuadrado se perdió entre la rutina diaria, el debo hacer todo como dicen… ya no se veía, se había convertido en un fantasma. Se sentía presa de tantas ideas, estructuras y control que ella misma se había impuesto.Llegó al taller de Feng- Shui con un sentimiento de esperanza, de encontrar algo que la hiciera reaccionar y volver a encontrarse con esa “MUJER” que tanto extrañaba: “Ella misma”.Durante el taller se mostraba alegre, tranquila. Muchas veces emocionada, aparecieron varios momentos de sentir el duelo del padre, emociones de niña… de extrañarlo. Pero no se podía conectar más profundo… miraba a la maestra y la buscaba, se buscaba ella misma. La maestra hablaba del elemento metal que cuando estamos en exceso de este elemento estamos cerradas, cerradas al fluir de la vida, en contracción… Es como que tenemos dentro nuestro un no a la vida, nos volvemos muy estructuradas, queremos controlar todo porque estamos en el miedo y el no; y no confiamos en el proceso natural de la vida. A la vez, es el elemento del Trigrama Chién- Benefactores: el padre, la autoridad, el deber ser, los límites. El metal cuando está en equilibrio es el centro en el interior, como el metal que está dentro de la tierra y cuando se deja fluir se transforma en el agua que fluye naturalmente. Es el Kua que necesita aprender a RECIBIR TODAS LAS BENDICIONES QUE EL UNIVERSO LES DA, están tan cerrados en su cajita cómoda que no se dan cuenta de todo lo que se están perdiendo por cerrarse en su estructura segura…Ella lo escuchaba todo atentamente, pero no podía conectar, sentía que no podía expresarse: energía agua, se sentía rígida en su estructura y quería controlar sus emociones.Terminó el taller y para el cierre que siempre se celebra con un encuentro donde cada una o juntas crean arte: teatro, danza o poemas, cuentos, canciones…. representaciones que sienten para compartir con el grupo lo que se llevan puesto: vivencias inolvidables y llenas de amor. Ella junto a dos compañeras más crearon una re adaptación a la canción de Celia Cruz: “La vida es un carnaval”. Le cambiaron la letra y la adaptaron a cada palabra del taller de Feng-Shui, a la maestra le gustó tanto… tanto que las invitó a ser parte de “La Obra de tu vida” de Teatro Consciente, para que participen con esa canción. Se sintieron muy emocionadas y dijeron sí.Allí es donde ella conectó con su proceso, al ver a las demás meterse dentro, hablar su verdad, lo que les pasa, crear dentro del teatro su propio patrón y no tener vergüenza de mostrarse en toda su perfección humana… trabajándose desde adentro, sintiendo, sanando, riéndose de ellas mismas. Ella las miraba maravillada, las miraba sintiendo tanta admiración ¿se preguntaba por dentro por qué no puedo hacerlo? Cada parte de La Obra y ser parte de ellas… de algunas escenas… sentirlas tan profundo… la fue movilizando, abriendo y como todo aquel que siente admiración es porque ya lo está creando dentro suyo, ella eligió romper ese molde, se amó y se expresó. Poco a poco fue sintiendo su música, empezó a romper las formas que la cerraron y sentía que su corazón estallaba… con cada nuevo movimiento se fue encontrando. Así despertó y pudo ver el sol en la ventana, sentir el aroma del pasto y vivir desde este hermoso presente.No hay palabras para describir la alegría que nos da cuando un ser humano toma compromiso y responsabilidad por su propio despertar. Hasta la próxima experiencia realSi desean pueden ir hoy a ver “La Obra de tu vida” de Teatro Consciente a las 19.30 en La murga de la estación en Pedro Méndez 171. Están todos invitados.Colabora: Sandra De MarchiAsesora De Feng Shui-Decoradora. En [email protected]





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