Las elecciones en esta ciudad, dejaron mucha “tela para cortar”. Pero el hecho político que se destaca, es el giro que pegó el electorado en relación a cómo había votado en 2013 y la estrategia oficialista de presentar un abanico de candidatos que terminaron con un amplio apoyo de la población.La oposición, tras los resultados de las elecciones anteriores, había cabalgado mediáticamente para instalar la idea de que Posadas era “una ciudad con un electorado crítico a la renovación”. Sin embargo, la respuesta electoral fue diferente y abrió un nuevo capítulo del vínculo entre los posadeños y esta fuerza política gobernante.La estrategia aplicada desde la conducción del Frente Renovador de la Concordia -ejercida plenamente por Carlos Rovira- caló hondo en los candidatos, con el consecuente apoyo de la ciudadanía, que depositó su confianza en ese espacio político y que selló “un pacto de responsabilidad” entre ambas partes.Sin dudas, la figura de Joaquín Losada se destacó sobre el resto de los sublemas (renovadores y los opositores), apoyado fuertemente en esta ocasión por la conducción de la renovación, y llevando como primer candidato a concejal, a un dirigente y profesional joven, como es el caso del actual diputado provincial Fernando Meza, quien surgió de la militancia juvenil, ingresando como uno de los legisladores más jóvenes en 2011 y cumpliendo con las numerosas tareas que se le plantearon en la Legislatura y en su rol de dirigente.“El entendimiento de Joaquín con nuestro conductor Carlos Rovira fue fundamental para lograr este resultado en Posadas, la estrategia de Rovira y la participación de la juventud nos ha dado un ‘refresh’ como partido político, de cara a la sociedad, con nuevas ideas y nuevas caras, pero con el mismo compromiso de trabajar para mejorar la calidad de vida de la gente”, sostuvo Meza luego de las elecciones.Según destacó el propio Rovira, el resto de los candidatos “cumplieron de muy buena manera su tarea de llevar el mensaje a la sociedad, logrando varios miles de votos, cada uno de ellos. Esto los obliga a seguir trabajando y devolver la confianza a los vecinos”.Entre ellos destacaron a Lisandro Benmanor, quien -aseguran- “fue muy bien recibido tanto en los barrios como en el centro de la ciudad, por su trayectoria como pediatra como su calidad de persona y de hombre de familia y deportista”.Por el lado de la oposición, el oficialismo también hizo su lectura de los resultados. “A pesar de la fuerte inversión mediática, uno de los más ignorados fue el empresario Diego Barrios, un ferviente opositor a la política fiscal del gobierno, que no cosechó en votos lo que predica en los espacios de clase alta que frecuenta. Queda claro que la política fiscal solo molesta a los que más tienen”, afirmaron desde la Rosadita con el escrutinio definitivo en la mano sobre un candidato que se presenta por primera vez y que canalizó su campaña por las redes sociales en mayor medida.En el radicalismo, con el Frente Cívico, quedó claro que los jóvenes dirigentes ya están en condiciones de “jubilar” a los veteranos, que entregaron el partido al PRO y que encima no tuvieron acompañamiento electoral. De los derrotados, el único que llamó a Passalacqua para felicitarlo por el resultado fue Gustavo González, actitud calificada por el entorno del nuevo gobernador, como de “caballerosidad”, a diferencia de Alex Ziegler que dicen “se borró y se comportó como mal perdedor”. La calificación parece que se compartiría incluso en el mismo partido PRO.





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