Voluntades nuclea a un grupo de personas que desde 2001 sostiene esta actividad sin fines de lucro, incrementando año a año su compromiso y las contribuciones -materiales y espirituales- en favor de niños y adultos obligados a permanecer internados, a veces por largo tiempo y sin contar con los recursos que requiere la estadía. La asociación ayuda, incluso, a los propios hospitales con donaciones de equipamiento, o mediante la instalación y mantenimiento de accesorios que mejoran la calidad de vida de los pacientes. La distinción a la labor solidaria de "Maia" Ayrault, elegida entre un puñado de asociaciones y personas que también se destacan por sus aportes al bien común o por ser ejemplo de vida en diversos ámbitos, sirve para hacer más visible la meritoria labor de Voluntades y otras iniciativas afines, a la vez que prestigia al propio Premio, que en sus ya tres entregas, ha dado en la tecla de resaltar trayectorias, previamente reconocidas por la comunidad. La premiación, en este caso, no exalta la competitividad, sino muy al contrario, promueve la acción desinteresada como sello distintivo de una comunidad fundada en valores compartidos. El galardón colabora así en la búsqueda de una sociedad civil más humana y consciente. La Defensoría del Pueblo tal vez no acierte en otras acciones, u omisiones, pero con la institución del Premio Ivonne Pierron hace justicia al objetivo que guió su creación: elevar la calidad de la convivencia ciudadana. Acierta, además, al honrar, con la denominación del premio, un generoso y heroico testimonio de humanidad y conciencia social.





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