La etapa del embarazo es un período tan especial en la vida de una mujer y por ello muchas futuras mamás deciden inmortalizarlo de alguna manera, desde el Baby shower a fotografiarse mes a mes. O, los cuadernos de bitácora del embarazo. A ello, en los últimos años se sumó el Belly Painting, el arte gestante. Se trata de una manera de tener un recuerdo colorido del embarazo y, además, pasar un momento divertido donde se pinta una obra de arte utilizando como lienzo, nada más ni nada menos que la panza de mamá. Y el resultado quedará grabado en las fotos que la familia podrá enseñar en el futuro a su hijo. Para el Belly Painting, la mayoría de las madres recurren a los artistas para que realicen el original dibujo, muchas veces utilizando telas y papel para darle relieve. Los motivos que se eligen son de todo tipo, desde frutas con formas redondas, pelotas, un sol, la luna, cigüeñas y por supuesto, el nombre del futuro bebé.“La primera vez que me convocaron, me sorprendió. Fue sublime, pensar que es una nueva vida y que quieran transformar el abdomen de mamá en un cuadro. Y si bien es fugaz quedará grabado en las fotos”, fue lo primero que señaló el artista plástico, Bernardo Neumann, quien realiza Belly Painting desde hace más de doce años. “Luego el hijo, en diálogo con los padres sabe que ha sido una fruta, una pelota o cualquier otro elemento y se hace una cuestión muy tierna. Algunos de esos niños, que hoy son adolescentes me preguntan sobre el Belly Painting. Recuerdo un niño que hoy tiene siete años, me dijo ‘Bernardo pensar que fui una sandía’. Me da mucha gracia y ternura”. De acuerdo al artista, es importante tomar una serie de recaudos antes de iniciar la obra principalmente porque pueden haber reacciones alérgicas.Con ello coincide el bodypainter, Juan Nuñes quien señaló que “la piel es muy sensible y siempre recomiendo que consulten con su médico pues queda lindo un ‘body panza’ y es un lindo recuerdo pero a la hora hay que tener en cuenta el producto a utilizar” (ver: El material que se utiliza).Luego se consulta con los padres qué les gustaría que se pinte. “Allí surgen temas diversos desde una pelota de básquet, de fútbol, una sandía o frutillas, frutas de cualquier tipo, es muy interesante y llamativo la pintura sobre la panza porque ayuda el mismo volumen y queda muy lindo. Y me emociono ver eso porque yo viví el embarazo de mamá cuando era adolescente, es un momento especial”.Sumado al elemento decorativo y estético, el belly painting tiene otros tipo de efectos beneficiosos. Hay quienes incluso aseguran que puede compararse con un tratamiento spa por los movimientos y el cosquilleo que generan los pinceles. A la vez que también hace que el bebé se mueva.El momento ideal De acuerdo a los artistas, el tipo de mujeres que acude a este servicio suelen ser futuras madres de entre los 25 y 35 años que quieren tener un recuerdo especial personalizado de esta etapa de su vida.Pero lo cierto es que la mayoría de las veces no es la embarazada la que contacta con los artistas sino sus parejas, hermanas o amigas para sorprenderlas: “En mi caso fue una idea de nuestros amigos, nos sorprendieron y fue hermoso”, recordó Claudia Leishman.Según los especialistas el momento ideal para hacer un Belly Painting es entre las semanas 30 y 34, porque es cuando la panza está más grande y la piel más tersa. Aunque también hay futuras madres que lo realizan durante las primeras semanas, para anunciar la noticia del embarazo de una forma original.El trabajo se realiza con pincel y esponjitas y las pinturas que se utilizan son maquillajes corporales al agua, antialérgicos y sin olores que se retiran con agua, jabón y toallitas desmaquillantes o húmedas.La duración de la sesión suele ser, sumando el tiempo dedicado al maquillaje y a las fotos, entre dos y cuatro horas.Juan Carlos Nuñes, bodypainter indicó que “no recomiendo que usen por ejemplo témperas con crema, o acrílico con cremas porque pueden ser tóxicos. Sí recomiendo que lo haga una persona que conozca del tema, un bodypainter que haya realizado un curso del mismo”.Nuñes detalló que no se trata de alarmar pero “siempre por las dudas hay que tener un cierto cuidado, pues yo uso maquillajes al agua o cremosos que son testeados, son hipoalergénicos. A la hora de hacer un ‘panza paint’ cariñosamente lo llamo así, es ver que no sea alérgica a nada, repito no quiero alarmar pero sí tener ciertas precauciones del caso. Incluso cuando hago body paint lo primero que pregunto es si la persona es alérgica”.Nacho fue una sandía y Francisco una naranja Heidi Michel tiene dos pequeños niños, Ignacio de siete y Francisco de cinco años. “A los dos los pinté cuando estaba de ocho meses, casi por dar a luz. Mi panza era grande, fue placentero. Bernardo me propuso y a mí me encantó la idea, como somos amigos lo hicimos tomando un mate”.El diseño elegido fue seleccionado por Bernardo Neumann “con Ignacio una sandía, y con Francisco un limón y una naranja algo más selvático. Fueron tres horas de pintada y después hicimos sesión de fotos y videos”. Heidi contó que la iniciativa surgió repentinamente. “Mi panza era una panza grande y muy redonda, y Bernardo dijo ‘la verdad que me gustaría que sea una sandía’ y la pintó con mucho color, rojo, fucsia y quedó muy bonito”. La joven madre contó que no hubo un motivo “lo hicimos para nosotros, para que ellos tengan algo especial de cuando estaban en la panza. En vez de la clásica foto con los escarpines hicimos algo distinto, una panza que se convirtió en sandía, algo divertido. Y que mejor que la pinte Bernardo”. Una sorpresa “Mundial”En 2014, Claudia Leishman esperaba su primer bebé, Aylen Nahiara. “Estábamos muy de entrecasa y a nuestros amigos se les ocurrió que era una buena idea invitarlo a Bernardo Neumann para que me pinte la panza. Salió de repente”. La idea era pintarle la panza a Claudia y el motivo lo eligió la pareja. “Con mi marido somos muy fanáticos del fútbol y justo estábamos a días de finalizar el mundial por eso nosotros queríamos una pelota y Bernardo nos dio el gusto”. Por lo que Aylen “fue una pelota de fútbol”. Y esto tiene una explicación porque “en realidad nosotros nacimos después del mundial ‘78 y nuestra hija después del mundial ‘14. Entonces había una simbología familiar que trascendía el genero del bebé”. Hoy Claudia tiene un nuevo sueño: “Tenemos pensado tener otro bebé y queremos repetir la experiencia de que nos pinten la panza”.Un mundo mágicoEntre las anécdotas, Bernardo Neumann recuerda a una joven madre que pidió que le pinten frutillitas en la panza. “La sorpresa fue poco después, cuando nació un hermoso varón”, contó con una enorme sonrisa. Y siguió “uno comparte en ese momento mu
chas anécdotas y cuando está el papá se hace un trabajo muy tierno. Es un momento donde una madre vive algo especial, y la obra luce con mucha luz”.El vinculo más cercano a Dios En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el artista plástico Bernardo Neumann pidió la palabra y saludó a las madres: “Aprovecho a saludar a las mamás, en especial a la mía: Isabel, agradecido por todo lo que me ha dado en la vida. Mamá sufrió mucho en la chacra, no le fue nada fácil, cuando nació mi hermano ella estaba aplastando papas”, relató mientras preparaba las valijas para partir rumbo a Zurich, Múnich y Praga donde representará a la provincia y al país. Y siguió “en nombre de ella homenajear a todas las mamás, es el vínculo más cercano que tenemos con Dios. Es una fuente a la cual podemos acudir, porque cuando todo se derrumba, es mamá la que está, la que sabe todo desde un principio. Soy alguien agradecido a la mujer en general y cuando una mamá viene con una propuesta de pintarse la panza me hace tan feliz porque ella se da un gusto”.





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