A mi madre De Alejandro Latorre QuintanillaGenerosa Oceanía de silenciostu palabra de amor me levantómás allá de mis plegarias de luz,grabando en mármol azul, tu vozque en mi boca crepuscular anidóla esencia total de tus sentimientos.La clara concepción de tus caminosme lleva transparente por las sombras,recojo el mensaje de la vidaque en el bautismo de mis días,tus ojos grabaron en mi memoria.Así, soy en ti, la poesíatu sacrificio y tu dolor me marcarony forjaron en mí el concepto de la hombríatus azules manos artesanastallaron en míla verdad, el trabajo y el honor.Día a día seguí tus lágrimasy noche tras noche caminé /tus oraciones;te vi caer de las sombras del cansanciocuando la noche rompía tu fortaleza,y al segundo de tu entregavi alzarse tu estatura astralen la galaxia de la vida y de la muerte.Y hoy que soy un universo de luz,y un huracán desmedido de ilusiones,vivo la pasión y el amorcon la misma intensidad que has vivido tu dolor;admiro tus batallas, madre mía;como silueta dibujada en el /océano azulcon la presencia inconfundible de la luz.Soy en ti la prolongación /rumorosa de tus sueñosy la voz universal de seis corazones invisibles,que hacen presente el homenaje de amoren el reino silencioso de tu entrega total.La madre ahora De Mario Benedetti Doce años atrás cuando tuve que irmedejé a mi madre/junto a la ventanamirando la avenida ahora la recobrosólo con un bastón de diferenciaen doce años transcurrieron ante su ventanal algunas cosasdesfiles y redadasfugas estudiantilesmuchedumbres rabiososy gases de lágrimasprovocacionestiros lejosfestejos oficialesclandestina vivas recuperadosdespués de doce añosmi madre sigue en su ventanamirando la avenida o acaso no la mira sólo repasa sus adentros no sé si de reojo o de hito en hito sin pestañear siquierapáginas sepias de obsesionescon un padrastro que le hacía enderezar clavos y clavoso con mi abuela la francesa que destilaba sortilegios o con su hermano el insociable que nunca quiso trabajar tantorodeos me imaginocuando fue jefa en una tiendacuando hizo ropa para niñosy unos conejos de coloresque todo el mundo le elogiabami hermano enfermo o yo con tifusmi padre bueno y derrotado por tres o cuatro pero sonriente y luminosocuando la fuente era de ñoquisella repasa sus adentros ochenta y siete años de grisessigue pensando distraída y algún acento de ternurase le ha escapado como un hilo, que se le ha escapado como un hiloque no se encuentra con su agujacómo quisiera comprenderlacuando la veo igual que antesdesperdiciando la avenidapero a esta altura qué otra cosa puedo hacer yo que divertirlacon cuentos ciertos o inventadoscomprarle una nueva teleo alcanzarle su bastón.Al mirar una estrellaDe Mel Ferreira – Posadas-Si es cierto mamá que estás tras los cristalesQue florecen tus gestos por las altas glicinasQue susurra tu voz hablando en algún ladoQue me miran tus ojos, varados como un barcoA estribor de la vida.I.Blaistein.Recorro mis calles de letras azulesCon tu mirada de párpados caídosSi escucho el susurro de tus pasosEn el largo pasillo de mis díasEspero de tus manos delicadasQue pintaron mis días de infanciaCaricias de largos y finos dedosAmasaron el mejor pan que extrañoArreglaron mis cuadernos de primariaEsa suave caricia que sientoAl mirar a una estrella alláMuy arriba.A la que hablo con sorpresa de mi gatoSi aletean en mi memoria las horas píasEn una catedral silenciosaLa lectura de tus días madreMemorias de calles de tierra, agua en baldesVeredas de figuritas, trompo /y barrileteLas recomendaciones para la escuelaEl saludo al entrar, saber esperar.Los lápices, el manual, la corbataSusurro de tus pasos en el pasilloCon tus ojos de párpados caídosA los que hablo al mirar una estrella Allámuy arriba. Palabras a mi madre De Alfonsina Storni (1925)Las grandes verdades no te pregunto, que no las contestarías; solamente investigo Si cuando me gestaste,fue la luna testigo, Por los oscuros patios en flor, paseándose. Y sí , cuando en tu seno de fervores latinos, Yo escuchando dormía, un ronco mar sonoro Te adormeció las noches,y miraste en el oro Del crepúsculo, hundirselos pájaros marinos. Porque mi alma es toda fantástica, viajera Y la envuelve una nube de locura ligera Cuando la luna nuevasube al cielo azulino. Y gusta si el mar abresus fuertes pebeteros. Arrullada en un claro cantar de marineros Mirar las grandes aves que pasan sin destino. Madre Mía Madre, madre, tú me besas, /pero yo te beso más. Como el agua en los cristales,/ caen mis besos en tu faz… Te he besado tanto, tanto/ que de mí cubierta estás y el enjambre de mis besosno te deja ni mirar… Si la abeja se entra al lirio,/ no se siente su aletear: Cuando tú, a tu hijito escondes/ no se le oye el respirar… Yo te miro, yo te miro/sin cansarme de mirar, y que lindo niño veo/ a tus ojos asomar… el estanque copia todo/ lo que tú mirando estás; Pero tú en los ojos copias/ a tu niño y nada más. Los ojitos que me diste/ yo los tengo que gastar en seguirte por los valles,/por el cielo y por el mar… Caricias De Gabriela Mistral Madrecita mía,/madrecita tierna, dejame aunque no se duerma mi alma, /aunque no descanse yo. Duerme, duerme y en la noche/seas tú menos rumor que la hoja de la hierba, /que la seda del vellón. Duerma en ti la carne mía,/mi zozobra, mi temblor. En ti ciérrense lo que en mi boca crepuscular /anidóla esencia total de tus sentimientos.La clara concepción de tus caminosme lleva transparente por las sombras,recojo el mensaje de la vidaque en el bautismo de mis días,tus ojos grabaron en mí. Como tarde de abrilDe Edda Aguilera de ArceBuenos Aires Por los campos azulescaminaba mi madretransparente y diáfanacomo tarde de abril.Al rasgarse una nubela vi cual una diosa,más bella que la auroramás bella que la flor.Sus ojos al mirarmeirradiaban dulzura,y me tendió sus brazoscon infinita ternura. No pude contenerme,la llamé suplicante:Madre, madre, -le dije-¡Mi madrecita amante…! Los sollozos me ahogaban,de mis ojos las lágrimaspor mi cara corríany la tierra reseca, humedecían. “No llores, hija mía- oí que me decía-No llores, hija mía, turbas mi corazón”. Vi por un instantenublarse su semblantey tuve mucho miedoverla desaparecer. ¡Oh, madre, madre santa!no quiero verte
triste,lo único que quieroes irme allá con vos. Pues, sé que son las madres,amor de los amores,los ángeles custodiosy el corazón de Dios.¿Qué sería del mundo sin madres?De Esteban TesolínSanta Fe ¿Qué sería del mundo sin madres?Nada. ¿Sin útero, sin creaciónsin acto sublime, sin gestación, sin canción de cuna, sin “duerme negrito”? ¿Sin nadie que te coma la patita? ¿Sin frazadas limpias, ni sábanas al viento? ¿Sin café con leche, ni tostadas, ni retos? ¿Qué sería del mundo sin madres? ¿Sin sueños, sin que te alienten al vuelo, sin quién te combata el miedo, sin silencios sin misterios? ¿Qué sería del mundo sin madres? ¿Sin crecimiento, sin cimientos, sin raíz, sin suelo? Sólo sería un estéril tiempo, sin tus palabras, tus abrazos y tus besos. Por eso hoy, ¡Feliz día mamá!Maternidad Marta Stella de GaspariniColón (Entre Ríos)Abrió el surco en sangreel grito se hizo anuncioun nuevo ser la desgarrabagozosa entregaba lágrimas.Las piernas eran brazosel abrazo vestía la criaturalas entrañas vaciaron vidala vida se extendió sobre su pecho.





Discussion about this post