Dicen que la cabeza quedó adherida al cuerpo por un pedazo minúsculo de tejido; lo que deja al descubierto la fuerza del machetazo y el filo del arma homicida. Los primeros datos indicaron, extraoficialmente, que la víctima sería Jorge Caballero y que tendría 47 años. Es de nacionalidad paraguaya, pero hace trece años se afincó en el paraje Yuquerí, distante a unos cinco kilómetros de Garuhapé, para trabajar de peón rural en una propiedad particular.El sábado, alrededor de las 6, un compañero de trabajo, con el que compartió un asado la noche anterior, junto al presunto homicida, lo encontró muerto en su habitación, en la cama donde solía descansar después de cada jornada de trabajo sacrificado.El suelo húmedo por la cantidad de sangre derramada dio a los investigadores, de entrada nomás, un panorama certero de la violencia del machetazo que acabó con la existencia de la víctima.El compañero que lo encontró contó a la Policía que ayer, como no se presentaba a trabajar, fue a buscarlo a su domicilio y se encontró con el dantesco escenario.Este hombre indicó, también, que el viernes comieron un asado en el domicilio de Caballero con este y otro compañero de trabajo.A eso de las 24 del viernes, el testigo se despidió de los otros dos comensales y se retiró a descansar.La sorpresa se llevaría ayer, a las 6, cuando llegó a la vivienda y encontró muerto a Caballero.Con posterioridad decidió avisar de lo sucedido al propietario de la chacra y luego, a la Policía.En el caso interviene personal de la Unidad Regional IV, con asiento en la ciudad de Puerto Rico.Justamente, efectivos de la división Criminalística trabajaron en el escenario del hecho. Allí encontraron el machete, de generosas proporciones, con el que dieron muerte a Caballero.Fuentes vinculadas al caso indicaron que tenía manchas de sangre, aunque recién con las pericias científicas se confirmará esa sospecha y sobre todo, si son del jornalero asesinado.La agresiónAl parecer, Caballero nació en Encarnación, Paraguay. Ayer lo encontraron muerto de un terrible machetazo que habría sido efectuado de costado, que casi lo decapitó.Lo encontraron en su cama. Había manchas de sangre por todos lados. Todo indica que agonizó no más de cinco minutos. El atacante escapó y no se preocupó siquiera en hacer desaparecer el arma blanca con que cometió el crimen.El hombre que fue parte del asado contó que es paraguayo y hacía poco meses arribó de su país en busca de trabajo.Colonia Yuquerí se encuentra a solo ocho kilómetros del río Paraná, por lo que no es descabellado pensar que enfiló para ese lado con intenciones de regresar a Paraguay.Depende de la hora en que ocurrió el asesinato, pudo haber contado con tiempo de sobra para alcanzar la otra orilla.No obstante, desde la Unidad Regional IV se montó un riguroso operativo de rastrillaje para ver si dan con el sospechoso.Se labran actuaciones en una causa caratulada inicialmente como homicidio simple, cuyas causas se desconocen, al menos hasta el momento. Personal de la comisaría de Garuhapé instruye el sumario con intervención y conocimiento del Juzgado de Instrucción 1 de Puerto Rico, a cargo del magistrado Éctor Acosta, concluyó el portavoz de la fuerza de seguridad provincial. Se busca a un fugitivoEl paraje Yuquerí se encuentra a cinco kilómetros del ejido urbano de la localidad de Garuhapé y a ocho del cauce del río Paraná.Los investigadores indicaron que el presunto homicida es de nacionalidad paraguaya, por lo que no es descabellado pensar que huyó hacia su país de origen.Se trata de un hombre de entre 25 y 30 años, morocho, alto y fornido.En la zona del citado paraje lo conocían con el nombre de Carlos. Al menos hasta anoche no habían podido localizarlo.Un tercer invitado al asado del jueves, a la noche, que se desarrolló en la vivienda de Caballero, aportó datos significativos para dar con el presunto asesino. El tiempo dirá.





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