La costanera fue escenario de una demostración de Tai Chi. Un grupo de alumnos de la escuela Keng Wu atrapó la atención de todos los que pasaban por el lugar con sus movimientos suaves, seguros y decididos. Lo hicieron en el marco del evento Sana Sana que organizó la Municipalidad. Compartimos unas fotos que gentilmente nos dio Carlos Brys para SextoSentido y conversamos con nuestra amiga María Inés Caramuto, quien nos contó su experiencia con esta práctica oriental que suma cada vez más adeptos. Quienes nos siguen desde nuestros comienzos con SextoSentido recordarán la entrevista con el experto maestro Jen-Cheng Chen, quien nos hablaba de los beneficios que dan las artes marciales en general. María Inés (la rubia en la foto principal) contó que empezó hace “dos años largos…” y que le gusta porque “me mejora la salud en general: postura, respiración, me calma la ansiedad, mejora la coordinación, el equilibrio, trabajo con la memoria motriz y aprendo a escuchar a mi cuerpo”.“Comencé haciendo Kun Fu con una amiga, ella me entusiasmó, yo no tenía idea de qué se trataba, al principio era muy difícil, no embocaba una y la frustración fue tan grande que abandoné. Pero mi amiga insistió y retomé las clases, era como un desafío. Cuando aprendí lo básico del Kun Fu decidí aprender Tai Chi. Otra vez me metí en camisa de 11 varas. Muy difícil, pero el profe (que es un MAESTRO), me tenía muuuucha paciencia. Hice el instructorado y me fui entusiasmando tanto que ahora soy fanática. Todavía sigo aprendiendo con las mismas posturas, parece que no terminás nunca de aprender”. Y además contó María Inés que el grupo de gente, sus compañeros, “son muy divertidos, alegres, buena people (gente), siempre tenemos un motivo para reunirnos a festejar”.Esta es otra alternativa para hacer algo diferente y sumarse a un desafío de vida, sin importar la edad, y además recuperarán el equilibrio entre cuerpo y mente.




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