Pasaron poco más de dos meses desde la inauguración de la plaza seca con la particular cascada artificial de 15 metros de altura, que desde ese momento se convirtió en un sitio muy concurrido, quizás más de lo esperado por las autoridades responsables de brindar la seguridad necesaria en la zona de la costanera y que deberían ajustar los mecanismos para evitar que los arrebatos y la apertura de automóviles estacionados sigan en aumento.La costanera tiene una considerable extensión y representa uno de los principales paseos de la capital provincial, siendo un atractivo, no sólo para los turistas sino también para los misioneros que concurren a él los diferentes días de la semana a modo de esparcimiento. Es por ello que los responsables de brindar seguridad, deberían arbitrar los medios necesarios para frenar los casos de robos en autos estacionados y arrebatos de bolsos y celulares, que vienen sucediéndose en la mencionada zona de la excantera Enríquez, frente al Acceso Sur, “cada vez con mayor frecuencia”, según cuentan los mismos vecinos.El 30 de julio quedó inaugurada la plaza seca de 26.000 metros con una cascada artificial de 15 metros de caída de agua, que funciona con horarios preestablecidos durante la mañana y luego por la tarde hasta la noche. "En ese momento y durante los primeros días fue un furor. Se destacó a dos patrulleros de la Policía y también al personal de tránsito de la Municipalidad. Pasaron dos semanas y eso se ciñó solamente a los fines de semana, es decir que el resto de los días esto queda expuesto, a la deriva", señaló Rodrigo, quien trabaja en una empresa constructora ubicada en inmediaciones y cuyo automóvil, como otros tres que habitualmente se estacionan, fueron "limpiados" en plena siesta por desconocidos."Hacemos horario corrido en nuestra empresa y cuando salimos nos encontramos con esta situación. No nos pasó solamente a nosotros sino también a otras personas que habían dejado estacionado su auto sobre la costanera", apuntó.La historia de Adriana es similar: se quedó sin sus pertenencias que había guardado en un bolso en el baúl de su auto. "Salí del trabajo y junto a mi amiga llegamos y estacionamos el auto en la zona de la Cascada a eso de las 13.30 para hacer un poco de caminata. Cuando volvimos notamos que habían forzado el baúl y se llevaron las cosas de valor. Solamente tardamos unos 40 minutos, es decir que están vigilando lo que uno hace", apuntó. RecrudecióA Santiago no le contaron estos hechos porque vive a metros del nuevo paseo y sabe que "el tema de inseguridad recrudeció porque antes ya pasaba algo similar. Creímos que cuando se inauguró oficialmente este paseo se iban a terminar definitivamente (los robos) porque hubo mayor presencia policial en la zona o al menos pasaba el patrullero en ronda a cada rato. Ahora parece que está liberado el tramo porque sólo cuando hay un acto de algún político o puntualmente, después de las 17 los fines de semana, aparecen policías o de tránsito para ordenar más que nada, que no se forme doble fila. Hay que tener cuidado con los arrebatos, porque mucha gente camina con los auriculares puestos, enchufados en sus teléfonos… eso lo vemos todos los días. Son generalmente chicos, adolescentes los que cometen este tipo de acciones, que llegan con un cómplice en moto que los espera a unos pocos metros".La "Cascada" inaugurada por la EBY se convirtió en un atractivo no sólo para los visitantes sino para los "amigos de lo ajeno". Con tantas cámaras de video vigilancia nuevas, inauguradas por la Policía provincial, sería coherente que en los lugares de esparcimiento más convocantes haya un monitoreo y acciones preventivas permanentes, no sólo cuando se realice una actividad de la agenda oficial.





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