Todo surge en el 2009, cuando el abogado Rolando “Roly” Olmedo (60) adaptó una tándem o bicicleta para dos personas, con el fin de recorrer la ciudad junto a su padre de 94 años. “Papá quería salir en bici pero no podía hacerlo solo. Entonces preparé una doble para salir con él. Y funcionó”, recordó Rolando. Funcionó tan bien que en el 2011, cuando el padre de Rolando cumplió 90 años, pedalearon hasta Itatí, Corrientes y llegaron en dos días. La experiencia se repitió al año siguiente. Años más tarde, a la fantástica idea se sumó Carlos Almada, abogado no vidente y amigo de Rolando desde hace más de once años. Y desde entonces, regularmente recorren Posadas en la tándem azul.“Nosotros salimos constantemente. Lo hago por mi salud y por recreación. Poder pasear y charlar con el que guía la bici es estupendo, porque hablamos de todo. Nos cargamos por el fútbol, la política. Además Roly es colega, amigo y se da otro tipo de vínculo. O nos quedamos callados o hablamos sin parar, es muy bueno poder hacer esta actividad”. De algún modo, coinciden ambos ciclistas, se creó un dúo fornido que los llevó a triplicar la apuesta, porque el destino que eligieron tiene más de mil kilómetros y lo harán pedaleando.200 kilómetros por díaCada tarde, después de la jornada laboral, los hombres se juntan y pasean en la tándem. Desde hace unas semanas, la propuesta es pedalear 200 kilómetros por día para llegar en seis días a la entrada de Buenos Aires.“Vamos a viajar en la doble, es una propuesta seria pero tenemos que prepararnos con otros elementos que ahora nos faltan y necesitamos apoyo para solventar necesidades fundamentales”, solicitó Rolando. Y siguió “con Carlos salimos a las bicicleteadas que organiza Masa Crítica, las del Roque González o cada vez que nuestros horarios coinciden. Pero, él también bicicletea con un guía”. “Puede volver a la bici”Desde que era niño, Carlos paseaba en bicicleta “pero antes veía y andaba solo”. A los doce años, tras sufrir desprendimiento de retina y someterse a innumerables operaciones, perdió la vista y no volvió al biciclo.En 1996 se enteró que existían las bicis dobles “y el sueño era tener la experiencia de volver a la bici y lo cumplí con una bici que tenía el Centro de Rehabilitación del Ciego pero era pequeña, sólo para paseo”.Años más tarde, en 2014 compró una bicicleta con la que sale regularmente acompañado de un guía. Carlos señala que la atracción que siente hacia las bicis es principalmente por los beneficios que le brindan a su salud, y la considera un medio recreativo. Por lo que cuando Rolando lo invitó a viajar hasta Buenos Aires, Carlos lo pensó dos veces.Luego, aseguró que: “Sí. Se puede, me voy a preparar para estar al nivel de Roly, él toda su vida anduvo en bici, incluso llegó a competir”. Para Carlos es importante que se respete al ciclista, y uno de los lugares es la construcción de las bicisenda. “Si hay en otras ciudades del mundo, nosotros estamos convencidos que acá también se puede hacer y en los lugares donde no se puede opino que debe haber una convivencia. Disminuyeron los ciclistas por la inseguridad en el tránsito”.





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