La observación de aves es una disciplina que se practica en gran parte del mundo, en Argentina tiene una gran cantidad de adeptos. Misiones cuenta con tres asociaciones de observadores cuyos nombres son Yeruvá de Iguazú, Tucaí de San Pedro y Tangará de Posadas. El club de observadores de aves de la capital provincial se llama Tangará y el mes de noviembre cumplirá un año. Lo integran alrededor de 15 socios permanentes quienes comparten la pasión y el compromiso con la naturaleza. Es una institución abierta para todas las personas que comulgan los objetivos de observación y conservación de las aves. La sede se encuentra en la reserva urbana del arroyo Itá, un predio de dos hectáreas que conserva gran variedad de plantas y animales, el complejo se encuentra ubicado sobre la avenida Urquiza casi avenida Santa Catalina de la capital provincial. El grupo realiza salidas quincenales a espacios naturales con un cupo de alrededor de 45 personas, para observar y aprender sobre las especies que habitan la provincia. El coordinador José Esquivel, contó que el observar aves es una disciplina apasionante y que se encuentra al alcance de cualquier persona que sienta un compromiso con la naturaleza y su entorno, para las tareas de observación de campo “se tiene que llevar; un par de binoculares, no tienen que ser de los más caros, solo tienen que reunir algunas condiciones básicas como: ocho de aumentos y diez de apertura focal. Generalmente utilizamos una libreta de anotaciones para describir las características de las aves que vamos observando, también contamos con una guía de observadores de aves que la más utilizada en Argentina y Uruguay, cuyo escritor es Tito Naroski (86), quien es el presidente honorario de la Asociación de Aves argentinas. “La observación de aves es un estilo de vida, comienza como hobbies y termina como una pasión, todas las personas tienen ciertas características comunes cuando se dedican a la observación de aves, y es que tienen un profundo amor y respeto por la naturaleza”, describió Esquivel. Además los observadores de aves tiene una característica particular que es la preservar los recursos naturales para que otras generaciones puedan disfrutarla, “es un estilo y una forma de vida, nuestra actividad apunta al conocimiento y a la difusión de este conocimiento. En la medida que más se conozca, más se puede llegar a valorar lo que tenemos y a conservar eso que poseemos”, recordó. El coordinador lamentó las modificaciones que está sufriendo el entorno natural, sobre todo la rivera del Paraná y el constante desmoste que van quitando los lugares y espacios que necesitan las aves. Por lo tanto, el club de observadores se encuentra ubicada estratégicamente en la reserva urbana Itá, que es un pequeño espacio de dos hectáreas, que ocupa ambas margenes del arroyo que lleva el mismo nombre, en inmediaciones de la costanera de Posadas, y que se convirtió en refugio de muchas especies de animales, “en este lugar se han registrado más de cien especies de aves”, recordó. Los clubes de observadores de aves de Misiones son integrantes del (COA), asociación que lleva casi cien años en la Argentina, y suma 3 mil socios. Este organismo forma parte de otras 164 asociaciones distribuidos en todo el mundo con más de 20 millones de socios.ActividadesEl próximo viernes se realizará el primer curso a la introducción de la observación de aves y se va a realizar en las instalaciones de la reserva del arroyo Itá, ubicado en la avenida Urquiza casi avenida Santa catalina de Posadas. El mismo contará con clases teóricas y todos los que participaron del curso viajaran al día siguiente al arroyo Garupá para realizar trabajos de campo en el estudio de las aves. Con respecto a estas actividades Esquivel explicó “el cupo de 45 personas ha superado ampliamente en número de inscriptos, por eso estamos pensando que el próximo curso atenderá a las personas que quedaron afuera”. El motivo del número reducido se debe, que es la cantidad ideal para tener una buena observación de las aves, así se puede apreciar tranquilamente en su entorno natural. También se agregó una exposición fotográfica de los distintos trabajos de campo que realizaron en el trascurso del año. Las muestras se realizarán en las instalaciones de la reserva Itá a partir de las 8 el sábado 31 de octubre y el domingo 1 de noviembre.




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