“Madurez es lo que alcanzo cuando ya no tengo necesidad de juzgar ni culpar a nada ni a nadie de lo que me sucede.” Anthony de Mello En el post de http://www.taringa.net/mcfsaires escribe que las personas que son emocionalmente maduras por ejemplo, no se castigan por cometer errores. Y explica que los errores son una buena manera de aprender. Es decir, fallar nos permite saber cuál es el camino que no debemos seguir. Por eso, los errores son bienvenidos en las vidas de las personas maduras. Además, las personas emocionalmente maduras no se castigan por tener limitaciones, las aceptan y trabajan para mejorarlas. No insisten en que las cosas siempre salen bien, ya que saben que no todo es de color de rosa y que cada golpe puede ser una buena oportunidad para crecer. También advierte que estas personas han aprendido a abrirse emocionalmente dejando las corazas en el pasado, pues sólo dificultan nuestro viaje. No juzgar, no juzgarse, sólo aprender y disfrutar.





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