Los monos Caí, que habitan el área de cataratas del Parque Nacional Iguazú han pasado de ser un atractivo turístico a transformarse en un problema para turistas y personal que manejan el parque, según un estudio por biólogos nacionales y de la provincia. El principal problema consiste en la alimentación que brinda los turistas a los animales silvestres, con el tiempo ha trasnformado el comportamiento de los monos, aumentando el carácter agresivo de los mismos o el robo de objetos de valor.Un grupo de científicos del Instituto de Biología subtropical (IBS, Conicet – Unam) y otras instituciones estudian el problema e intenta aportar soluciones. Un estudio reveló que la interacción entre primates silvestres y personas en parques nacionales, reservas y sitios de ecoturismo puede tener efectos negativos. Pero uno de los problemas más graves es que esta situación podría llevar a los animales a habituarse al alimento humano, alterando sus patrones de comportamiento natural, lo que genera cambios en el estado físico de los individuos, agresiones entre ellos y la posibilidad de transmisión de enfermedades, entre otros problemas. A esto se agrega que estos animales silvestres dejan de cumplir su interacción en el ecosistema que el área protegida pretende conservar.Desde 1991 el Proyecto Caí estudia el comportamiento y la ecología de estos monos dentro de Parque Nacional Iguazú. Este proyecto está integrado por investigadores de Argentina pertenecientes al IBS, a la Asociación Civil Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico (Ceiba) y por científicos de instituciones de diferentes países del mundo.“Diversas investigaciones sugieren que los primates con dieta omnívora, tamaño corporal pequeño y hábitos terrestres son más tolerantes al disturbio causado por los seres humanos que los monos estrictamente arborícolas y con dietas especializadas en hojas o insectos.Es por ello que los caí tienen tendencia a interactuar con la gente”, explica la Dra. Paula Tujague, quien estudia las interacciones entre monos y turistas. Esto se debe a que esta especie de mono es muy curioso con los objetos que llaman su atención. Pero a partir del año 2000, los profesionales notaron un incremento en el contacto entre turistas y monos en el Parque Nacional Iguazú. Esta situación actualmente se agravó registrándose ingreso de estos animales a puestos de comidas y a las habitaciones del Hotel Sheraton, ubicado dentro del parque Iguazú. Los monos no solo se llevan alimentos, sino que también exhiben comportamientos agresivos hacia el personal que intenta ahuyentarlos. Estos comportamientos ya se habían registrado en otras especies de la zona, como los coatíes. Ambas especies pueden ocasionar graves lesiones a las personas que entran en contacto con ellos de manera diaria en el parque.“Si bien aún no se han registrado mordeduras de monos, sabemos que, si ocurrieran, serían más graves que las de los coatíes” explicó la Dra. Celia Baldovino, también investigadora del IBS. Actualmente, los monos suben a los balcones del hotel Sheraton y abriendo las ventanas corredizas, se llevan comida o pertenencias de los huéspedes.





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