En promedio para las 24 jurisdicciones provinciales y Caba, señala el informe, se aprecia que la carga tributaria legal sobre las distintas ramas de actividad económica “habría tenido variaciones de entre un 18% y un 25%, para el caso de los servicios o el comercio minorista respectivamente, hasta incrementos de entre el 60% y 86% para los casos de la industria y la actividad financiera”.Según indica el informe, en los tres niveles de gobierno hubo un aumento de la carga que ejerce el tributo sobre personas físicas y empresas, tanto debido a cambios en la normativa como a subas indirectas, derivadas de la no actualización de los parámetros de cálculo de ciertos impuestos.Ingresos Brutos participó con 2 de los 6,2 puntos porcentuales en que aumentó la presión fiscal entre los años 2004 y 2014, aumentando la presión sobre las empresas y la actividad económica. En 2001 el gravamen representaba un 57% de la recaudación propia provincial, en tanto que actualmente, 3 de cada 4 pesos que recaudan las provincias corresponde a Ingresos Brutos. En el marco actual de una economía con dificultades y frente a un contexto externo en el que no se advierte una superación definitiva de la crisis iniciada en 2008; en muchas economías con fuerte influencia en el mundo; es pertinente considerar alternativas al inmoderado incremento del apriete fiscal. Para este año, según estimaciones privadas, la recaudación tributaria de los tres niveles de gobierno, Nación, Provincias y Municipios,llegaría a un 37% del PIB, con un crecimiento acumulado en la última década del 55%. La necesidad de una reforma tributaria resulta indudable en este problemático contexto.




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