Médicos Sin Fronteras pidió ayer a Estados Unidos, Afganistán y otros países que formen una misión investigadora independiente amparada por la Convención de Ginebra sobre un ataque aéreo estadounidense contra un hospital en Kunduz, Afganistán, en el que murieron al menos 22 personas.El grupo humanitario señaló que sería la primera vez que se lanza una misión investigadora de esa clase siguiendo las normas de la Convención.La presidenta internacional del grupo, Joanne Liu, dijo a la prensa este miércoles que el ataque del fin de semana “no fue sólo un ataque contra nuestro hospital, fue un ataque contra la Convención de Ginebra. Esto no puede tolerarse”.MSF “trabaja sobre el supuesto de un posible crimen de guerra”, dijo Liu, aunque el objetivo real del grupo es establecer los hechos sobre el incidente y la cadena de mando que llevó al bombardeo, así como aclarar las normas de funcionamiento para todas las organizaciones humanitarias que operan en zonas de conflicto. En la práctica, el grupo ha recurrido a un acuerdo internacional para intentar mejorar el respeto al derecho humanitario internacional.“El ataque de Estados Unidos contra el hospital de MSF en Kunduz supuso la mayor pérdida de vidas de nuestra organización en un ataque aéreo”, dijo Liu. “Decenas de miles de personas en Kunduz ya no pueden recibir atención médica cuando más la necesitan. Hoy, decimos: basta. Incluso la guerra tiene normas”. El grupo dijo que espera respuesta a las misivas enviadas el martes a 76 países que firmaron el Artículo 90 del protocolo adicional a la Convención de Ginebra. En sus cartas, el grupo pide una comisión de 15 miembros con expertos independientes creada en 1991. En este caso, Estados Unidos y Afganistán, que no firmaron el tratado, también deben dar su consentimiento para una misión de esas características. La directora legal de MSF, Françoise Saulnier, admitió que un proceso de esa clase requeriría la “buena voluntad” de los países.Europa espera investigación“Todos esperamos que se produzcan los resultados de la investigación cuando antes”, señaló ayer el comisario de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christos Stylianides, en una intervención ante el pleno del Parlamento Europeo solicitada por los eurodiputados para informar sobre ese ataque.Stylianides, que observó “amplio consenso” en favor de la investigación tras escuchar las intervenciones de los parlamentarios, destacó que Estados Unidos y Afganistán “ya han dicho que habrá una investigación transparente y en profundidad, se comprometieron y se espera que arroje resultados claros en breve”.Garantizó que la UE “continuará trabajando en colaboración con el Gobierno de unidad nacional afgano durante este periodo difícil”, puntualizó. Naciones Unidas también condenó el bombardeo. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lo consideró “inexcusable” y pidió una “investigación imparcial” de los hechos.Fue “un error”“La decisión de ordenar ataque fue una decisión de los Estados Unidos, realizado dentro de la cadena estadounidense de mando. Se atacó un hospital por error. Nunca atacaríamos intencionalmente una instalación médica protegida… Les aseguro que la investigación será exhaustiva, objetiva y transparente”, declaró el martes el jefe de las fuerzas de EEUU en Afganistán, el general John Campbell.John Campbell, quien dirige la misión de la Otan en Afganistán, estima que las tropas estadounidenses “no siguieron” las reglas que rigen un ataque aéreo en el bombardeo del hospital de Kunduz, informó el diario The New York Times ayer.Estas “reglas de conducta” del ejército estadounidense dictan los procedimientos previos a un ataque aéreo. Un bombardeo es legítimo sólo en caso de “eliminación de terroristas, protección de soldados estadounidenses en dificultad y en apoyo a las tropas afganas”, explica el diario.El sábado, el bombardeo de un hospital de Médicos Sin Fronteras en Kunduz, que mató a 22 personas, “muy probablemente, no entra en ninguna de estas categorías”, afirmó el general John Campbell, en declaraciones privadas divulgadas por su entorno al rotativo.Peor aún, las fuerzas estadounidenses que realizaron este ataque aparentemente por error “no visualizaban el blanco” que sus homólogos afganos les pedían atacar, explica esta misma fuente.En tanto, este martes, ante la comisión de fuerzas armadas del Senado, el general Campbell admitió que el hospital de MSF en Kunduz fue bombardeado “por error” en un ataque estadounidense solicitado por los afganos, pero decidido por la cadena de mando estadounidense. Por su parte, los soldados afganos afirmaban que había talibanes dentro del establecimiento sanitario.“La decisión de apoyar con fuego aéreo a la zona pasó por el alto mando de Estados Unidos”, aclaró Campbell, quien también señaló que fue un error el ataque al hospital: “nunca tendríamos como objetivo atacar un complejo hospitalario”, recalcó.Para que no se vuelva a producir este accidente, Estados Unidos ha anunciado que “mejorará los procedimientos y entrenará a sus tropas profundamente para prevenir” que se puedan repetir los acontecimientos una vez más.En mitad de una discusión que pretende depurar responsabilidades, Médicos Sin Fronteras considera que se ha producido una “flagrante violación del Derecho Internacional Comunitario” y consideran que los hechos se pueden calificar como “un crimen de guerra”, según su último comunicado.El ataque ha supuesto el fallecimiento de doce trabajadores de la organización no gubernamental y diez pacientes, tres de ellos niños. Además, resultaron heridas treinta y siete personas.El 29 de septiembre, tan solo tres días antes de la destrucción del complejo, la organización médica había enviado suministros para atender a las necesidades de los nuevos pacientes que esperaban ingresar en medio del conflicto entre afganos y talibanes. Según el representante de Médicos Sin Fronteras en el país, Guilhem Molinié, habían “recibido garantías desde ambas partes para respetar al personal médico, paciente, hospitales y ambulancias”.





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