POSADAS. Primero se reunían como “grupo social”, después surgió la ambición de encuadrarse legalmente e iniciaron los trámites de la personería jurídica, que se concretó hace un año. Actualmente, bajo el nombre “Club de Abuelos del Barrio Los Pinos”, un grupo de jubilados le “pone pilas” al barrio para convertirlo en “el mejor lugar de Posadas para vivir”. Se juntan los viernes a la tarde en una sala que le prestan en la sacristía de la Capilla de la Virgen de Lourdes; allí nacen las propuestas que al tiempito son hechos concretos, como por ejemplo la iluminación nocturna de cada esquina. “Ahora no hay cuadra donde falte iluminación, cada tres días hacemos una recorrida por sectores para verificar que no haya focos dañados y si los hubiera los reponemos”, dijo Mario Faviero a PRIMERA EDICIÓN, por ahora el único hombre del grupo de abuelas que lucha para “responder a las inquietudes de nuestros vecinos”, sostuvo. Venden pollos, locros, empanadas y el plato que sea, con tal de generar los recursos que hacen falta para invertir en las mejoras. Ahora están con la construcción de las rampas para los vecinos con discapacidad motriz, porque “apostamos a la inclusión, algo que hace 30 años no pensó”, explicó Faviero. También usan parte del dinero para nuevos canteros donde plantan flores y ligustrines. También se pusieron la meta de ganar el concurso del barrio más limpio y florido de la ciudad. “Los papás de hoy están tan ocupados en sus cosas del trabajo y la economía, que sin darse cuenta descuidaron cosas importantes, como transmitir valores a sus hijos, uno de ellos es no arrojar basura en la vía pública, que parecen mínimas pero hacen del mundo un lugar mejor”, reflexionó el jubilado. Desde las avenidas San Martín, Centenario, Las Heras y Tacuarí se llega hasta la chacra 86. El barrio abarca calle Soria, Tacuarí, Acevedo y Las Heras. Cercano a las principales avenidas posadeñas, lo que sigue atrayendo a esta zona es la tranquilidad que se respira.Viven allí poco más de mil personas en las 247 casas y departamentos. Tienen cerquita la capilla de Lourdes, dos playones deportivos y parque de juegos. Una vez que terminen las obras inclusivas van por las obras de una entrada de emergencia ante casos de desastre.“La semana pasada se incendió un departamento y Bomberos no pudo entrar. Con paciencia vamos a ir resolviendo los problemas. Con voluntad y trabajo”, opinó.





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