POSADAS. Con la declaración ayer de tres testigos, dos solicitados por la defensa, al juicio por la muerte del gendarme José Riquelme De la Cruz, sólo le restará una pericia, la inspección ocular en el kilómetro 14 de la ruta provincial 4, para ingresar en el tramo definitorio de alegatos y sentencia, La oficial de policía y licenciada en criminalística, María Mirta Machado, fue quien elaboró los informes periciales sobre lo ocurrido el 11 de abril de 2013, cuando De la Cruz fue arrollado por una Renault Megane conducido por el cabo Daniel Zorrilla, transportando siete cajas de cigarrillos ilegales valuadas en más de 60 mil pesos.Machado resumió ayer su informe, respondiendo a los miembros del Tribunal Federal de Posadas, y a las demás partes intervinientes en el juicio. Remarcó que, de acuerdo a las huellas y las distancias en que se desató el trágico episodio, el Renault Megane alcanzó los 95 kilómetros por hora, y “hasta los superó de acuerdo al impacto”, ya que en el lugar se registraron marcas de elevar la velocidad bruscamente que dejaron los neumáticos: “Aceleró 16,20 metros antes que se produzca la colisión”. Pero también porque los golpes de la cabeza y resto del cuerpo en el capot y parabrisas del automóvil lo resaltaban. El dato corresponde al estudio conocido como “Mecánica del evento”, que Machado encabezó y firmó.Lo que recordó ayer no se apartó de su informe sumado al expediente, por lo que su testimonio sirvió de adelanto para los jueces Norma Lampugnani, Mario Hachiro Doi y Manuel Alberto Jesús Moreira (preside el debate), comuniquen que el viernes a las 15 se realizará la inspección ocular del lugar del hecho, que derivó en la acusación a Zorrilla como autor de “homicidio simple”.La oficial Machado apeló a su memoria y coincidió en lo que firmó hace poco más de dos años: Tras el impacto contra De la Cruz, el Megane derrapó quince metros sobre la banquina terrada y asfaltada de la mano contraria, retomó la cinta asfáltica y a los 195 metros frenó sobre el pasto del lado contrario. La perito también marcó, sobre una pizarra, el giro en U que realizó Zorrilla antes de llegar al control vial de Gendarmería para emprender la huida: “tomamos las huellas en la banquina terrada donde inició el giro, y recorrió 59 metros hasta el punto donde se registraron las huellas de aceleración (impacto y derrape)”.No frenóOtro dato relevante brindado por Machado fue la inexistencia de huellas o rastros de frenado: “en todo el trayecto no se observaron maniobras evasivas como de freno”. Afirmó que, cuando llegó al lugar a las 17, una hora después de ocurrido el choque, sólo estaba el vehículo de Zorrilla y “tampoco había huellas de otro impacto, con otro vehículo”.Negó también rastros de balas, “sólo una pistola y la pistolera fueron encontradas entre pastizales”, y pertenecían a De la Cruz, a quien se las desprendieron por la violencia de la colisión.“Ni vi nada”Los testigos que cerraron la jornada, Mario Da Rosa (51) y su hija Carla (17), fueron citados a pedido del defensor de Zorrilla, Ricardo Skanata, y sólo dijeron, cada uno a su turno y en pocas palabras, no haber visto nada de lo sucedido en abril de 2013. “Me enteré del choque porque me contaron, sólo vi mucha gente en el lugar cuando volví de mi trabajo, pero nada más que eso”, resumió Mario Da Rosa.El domicilio de la familia Da Rosa está ubicado a pocos metros del punto de colisión, kilómetro 14 de la ruta 4, próximo al cruce de la localidades de San Javier e Itacaruaré. Se inicia el juicio a la banda “narcopolicías”POSADAS. El debate oral por la causa Narcopolicías, tendrá su inicio hoy a partir de las 8 en el Tribunal Federal de Posadas. Son siete los acusados de participar en el robo y traslado de 900 kilogramos de marihuana que estaban bajo resguardo en la comisaría Primera de Puerto Rico.La punta de ovillo del presunto delito fue encontrada el lunes 3 de septiembre de 2012, cuando un oficial del Comando Radioeléctrico de Puerto Rico, fue descubierto por la Prefectura en la ruta provincial 8 (entre Puerto Leoni y Campo Grande), con 123 kilogramos de marihuana en el interior de su automóvil. Los ladrillos de droga tenían impresa la numeración correspondiente al arqueo que realizó la Dirección de Toxicomanía tras el operativo en Ackermann, Capioví, donde se incautaron cuatro toneladas en un pinar próximo a la ruta 12. A la aprehensión de Diego Rojas, se sucedieron la de Oscar Merlos, Pedro Betancur, Aníbal Benítez, Sergio Esquivel, Miguel Rojas y Milcíades Benítez.Todos fueron acusados de violar la ley 23.737, “en concurso ideal, con abuso de autoridad y violación de deberes de funcionario público”, con penas de cuatro a quince años de prisión.Presidirá el debate la jueza Norma Lampugnani, secundada por Manuel Alberto Jesús Moreira y Mario Hachiro Doi. Fueron citados a declarar 17 personas.





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