POSADAS. Se trata de un gesto mínimo. Pero, para quienes no tienen la posibilidad de tomarse uno, el café pendiente implementado días atrás por los ideólogos de “Bici Café Posadas”, es una actitud que llena el alma. Desde que comenzaron con esta práctica, llevan entregados más de veinte pocillos a personas en situación de calle o que no tienen dinero para pagarse uno.“Pegamos el logo en el molino para que esté a la vista. Muchos se copan y van dejando cafés pendientes, los vamos anotando y cuando vemos a alguien en la plaza, como Juan, que es un señor que siempre merodea en los alrededores, lo invitamos”, explicó Soledad Albornoz, que junto a su novio Nicolás Barbudez, iniciaron el emprendimiento. Añadió que Juan tiene 44 años y siempre junta cosas en unas bolsitas. “Un día le preguntamos si quería tomar un café con leche. Se sentó y comenzamos a charlar aunque no quiere contar mucho sobre su vida. Y así como él, hay chicos adolescentes que pasan vendiendo flores o el caso de una señora que esta con su bebecito al lado del banco y siempre le llevábamos un café o una leche, incluso antes que se implementara lo del café pendiente”.Apenas enterados, los clientes los empezaron a felicitar, y al mismo tiempo comenzaron a pasar por la Bici, para tomase un café y dejar uno pendiente. Otros, los más apurados, que conocen la modalidad de otros “momentos y otros lugares” sólo se acercan a dejan los pendientes. Y así, además del café, permiten que “compartamos historias y podamos ayudarlos un poquito”. No saben de la existencia de otros lugares “que lo hagan pero la cuestión es que iniciamos esto hace menos de dos semanas y llevan pagados más de 20 cafés pendientes. Estamos re contentos con el proyecto”, señaló. Adelantó que mientras por la mañana siguen con la venta en la plaza y los fines de semana se trasladan a la costanera, se preparan para participar de la Feria Forestal Argentina, donde ya tienen asignado un lugar.





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