POSADAS. El puente de la avenida Cabred, habilitado parcialmente el lunes último, es mirado con desconfianza por los vecinos situados en los alrededores, quienes creen que ese viaducto va camino a convertirse en un caótico cuello de botella vehicular. Al menos en los días de cruce masivo en la frontera, desde y hacia Encarnación, y en las horas picos.Por ahora, su habilitación parcial fue una pequeña muestra de ello; desde la dirección de Tránsito capitalina se sostuvo en tanto que, como la obra todavía no fue entregada a la Ciudad, no tienen injerencia, sin embargo este lunes 31 empezarían con algunos controles.En charla con PRIMERA EDICIÓN, el titular de la Red Emergencias y Traslados, Martín Cesino, y el abogado especialista en seguridad vial, Luis Di Falco, subrayaron algunos pros y contras de la obra. “Lo que realmente nos complica a nosotros es la falta de solidaridad de muchos conductores quienes no atinan a dar lugar a las ambulancias, pese a que circulan con las sirenas encendidas. Es el código mundialmente establecido para pedir lugar, sin embargo aquí algunos no se hacen cargo y entorpecen las actuaciones”, manifestó con preocupación. Especificó el doctor Cesino: “El automovilista no respeta, ese es nuestro gran problema y no es algo que nos pasa sólo en la zona de frontera. Igualmente creemos que las cosas van a mejorar cuando se terminen algunas construcciones. Tenemos muchos caminos en proceso de habilitación y de mejora a los accesos al Madariaga. Todavía un tramo de la avenida López Torres sigue en obras y la cosa se congestiona, pero no hemos sido perjudicados”, insistió. “Faltan puentes peatonales”“La ciudad cambió mucho, y los cambios están pensados para una gran ciudad donde nada queda a cinco cuadras del microcentro. Una de las cuestiones que cambió es la forma de llegar al puente. Toda la estructura se va a mover para agilizar el paso y eso está bien. El muro está bien y mal, está bien con respecto a las condiciones de seguridad y resguardo porque antes se accedía por cualquier lugar al puente internacional y era muy peligroso. Sin embargo se hubiera contemplado la construcción de puentes peatonales para quienes necesitan llegar al paso fronterizo a pie”, fue el análisis del abogado Di Falco. Indicó el especialista: “Faltan pasos peatonales y deberían planificarse varios. Si no se hacen, seguro que la gente va a terminar pasando por lugares indebidos, ya que ahora, en el único camino de acceso y egreso del paso fronterizo, pese a ser una zona de 30 kilómetros de máxima, se circula a 80-100 kilómetros por hora, algo sumamente peligroso si encima cruzan personas caminando, puede convertirse en zona de accidentes fatales”. En opinión de Luis Di Falco también se deberían sacar los reductores de velocidad, colocados en proximidad de Marconi y Cabred, y colocar semáforos.





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