ELDORADO. La doctora Nuria Allou será la segunda mujer que ejercerá como Jueza de Instrucción en la Justicia de Misiones, y la primera que accederá a ese cargo a través de un concurso. Viene con la experiencia que le otorgan más de 20 años como Defensora Oficial de Instrucción y de Menores Uno de esta ciudad.Allou es reconocida por su defensa de los derechos humanos y su compromiso con los derechos de los pueblos originarios y de los “pobres y ausentes”. Es egresada de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA).Ahora, Misiones tendrá sólo dos mujeres juezas: en materia Penal de Investigación; Nuria Allou por concurso, y la doctora Selva Raquel Zuetta, del Juzgado de Instrucción 5 de Alem, designada antes de crearse el Consejo de la Magistratura.“Esto indica que en la provincia la Justicia Penal es machista, y si miramos su estructura, observamos muchos más hombres que mujeres. Habitualmente las mujeres ocupan las Secretarías y son las que hacen el trabajo más arduo. En cambio el Derecho de Familia o el Civil es más abarcativo que el Penal, y hay que tener en cuenta que el abordaje que hace un hombre en el tema violencia de género es muy disímil al que realiza una mujer”.Violencia de género: medidas punitivas y de protecciónLa doctora Allou señaló que la audiencia con los legisladores fue extensa, con muchas preguntas técnicas efectuadas por todos los presentes. “Y está bien que haya sido así, ya que se trata de un cargo penal, que tiene mucha repercusión social”, expresó.En ese intercambio, la mayor preocupación de los diputados provinciales fue cuánto representa la reforma del Código Procesal Penal, y la posición de la abogada sobre la violencia familiar, o violencia de género, “dos cuestiones que importan muchísimo, y ambas se vinculan con el derecho de familia”, dijo.Según entiende Allou, las causas de violencia de géneros se inician con denuncias en los Juzgados de Familia; pero ese a su vez se remite -cuando hay lesiones- a la sede Penal y ahí comienza la superposición de jurisdicciones. El juez de Familia toma medidas cautelares de protección, y el Penal arbitra medidas punitivas, de represión. “Pero a mi criterio, ninguna de las dos medidas son eficaces. Habría que buscar alguna otra herramienta interdisciplinaria para dar una respuesta que ayude a solucionar ese problema que habitualmente es cultural”, dijo.





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