POSADAS. Unidos, dispuestos a no amedrentarse ante los casos de inseguridad que se registran cada vez con mayor frecuencia en la zona, los vecinos de Alta Gracia, volvieron a reunirse, esta vez con el propósito de recuperar la plazoleta ubicada en la intersección de Tomás Guido y Andresito, un lugar estratégico para los “arrebatadores” por el flujo de personas que generan la proximidad de la Terminal de Ómnibus y los diversos supermercados ubicados en la zona.“Nos organizamos en forma espontánea porque la mayoría trabajamos y no disponemos de mucho tiempo para encarar una comisión formal, pero ante cada convocatoria de boca en boca nos reunimos y ya pudimos resolver varias cuestiones que hacen al mejoramiento del barrio”, comenzó explicando José Domínguez, uno de los presentes en la reunión en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.La plazoleta en cuestión “llegó a estar en condiciones mucho más precarias, por diversos motivos. Con esfuerzo y mediante los trámites que se realizaron ante las autoridades correspondientes fuimos logrando que vuelvan a repararse las luminarias, porque antes por la noche esto quedaba completamente a oscuras. Era la obligación, en este caso de Emsa, de arreglar las farolas, lo hicieron. Los operarios de la comuna pasan más seguido a cortar el pasto y hasta podaron los árboles. Pero ahora resulta que sistemáticamente están rompiendo farolas, quitando los focos, cortando los cables, generando cortocircuitos con ramas, tirando agua a los artefactos para que todo quede a oscuras. Está faltando la actuación de una ‘pata’ fundamental y es de la policía, porque eso muchas veces sucede a plena luz del día y nadie responde a los llamados, o bien lo hacen pasadas unas horas, cuando ya ninguno de estos vándalos está por la zona”, aportó María Rivero, otra de las presentes.A cara descubiertaLos vecinos siguieron detallando que ven con mucha preocupación lo que sucedió con los juegos del parque infantil, situado al frente del CAPS 15 Alta Gracia. “No es algo menor, no se trata de rotura por el mal uso de los chicos o algo así porque hay quienes se tomaron el trabajo de reparar una hamaca o un sube-baja pero a los días estaban otra vez destrozados, también los toboganes y otros juegos. Lo hacen con el propósito de evitar que haya gente en el lugar, que quede desolado y lo consiguen”, manifestó Roberto González.Las historias de robos a plena luz del día y contados en primera persona sorprenden, pero es lo que sucede en el trayecto en cuestión. “A mi hijo le llegaron por atrás cuando regresaba caminando del Hiper a las cuatro de la tarde del 9 de julio, pleno feriado, le apuntaron con un revólver a la cabeza y le pidieron el celular. Los ‘chorros’, unos chicos que no tenían más de quince años, escaparon corriendo. Fue acá, cerquita de casa, llamamos a la Policía y tardaron como una hora en llegar”, cuenta María Rivero. Otra de las mujeres detalló que “un día de semana, alrededor de las 20 regresaba con bolsas del supermercado y se me pusieron dos jovenes enfrente con un cuchillo y me obligaron a dárselos. Es lo último, que nos roben la comida”.Los vecinos coincidieron en que “la clave acá es recuperar el parque para que haya más movimiento durante gran parte del día. Incluso en verano los juegos se ocupan hasta la noche por los niños y sus padres. Sino hay más control policial se repetirá la historia y lo peor es que seguirá creciendo la inseguridad”.





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