PUERTO IGUAZÚ. Una instalación eléctrica totalmente nueva, una sala de informática, el cambio de todos los pisos y nuevos sanitarios eran sólo algunos de los cambios que incluiría la obra de ampliación y refacción de la Escuela 200 “San Ignacio de Loyola” de esta ciudad, pero los plazos asumidos por la empresa constructora no se cumplen de la manera pautada y los padres de los alumnos que allí concurren no se quedaron de brazos cruzados.El pasado miércoles 12 pidieron dialogar con el arquitecto y la empresa que realiza, desde enero, las obras de refacción del establecimiento educativo. El motivo era justamente que la empresa no cumple los plazos de tiempo de las obras programadas y eso dificulta las actividades en la escuela. Pero además, también les preocupa la seguridad de los alumnos, ya que la instalación eléctrica aún no fue modificada.En la reunión que mantuvieron, los padres pudieron interiorizarse de los pasos de la obra, ya que según compromisos asumidos con anterioridad, los sanitarios de la escuela ya debían haber estado terminados para el regreso de las vacaciones.Según comentaron los obreros, la empresa dice no estar recibiendo los pagos por parte del Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (Iprodha), que canaliza los fondos y es por eso que no disponen de más trabajadores en la obra. La situación es rara, pues desde el Ministerio de Educación les afirmaron a los padres, vía telefónica, que los pagos se han hecho en tiempo y forma. Es más, han intentado sin éxito comunicarse con el ministro de Educación, Luis Jacobo, para solicitarle que personalmente intime a la empresa a continuar los trabajos y entregarlos en los plazos previstos. Una instalación eléctrica que preocupa La principal preocupación de los padres es que deben cambiar la instalación eléctrica del edificio. La directora del establecimiento, Marta Rojas, comentó que “cada vez que comienzan las clases con ayuda de los padres vamos parchando la escuela. Pero no puede ser así, queremos algo digno para alumnos, docentes y el personal de mantenimiento”.Las obras establecidas en el plano aprobado son una refacción casi total del edificio: comprende el muro perimetral, cambio de la fachada, refacción de red eléctrica, sanitarios, polideportivo, techos. Son los padres quienes llevan adelante la inspección de obra y siguen muy de cerca el ritmo de los trabajos porque quieren que culmine lo más pronto posible para así resguardar la seguridad de los 470 alumnos que dictan clases allí. Por esta razón, no descartan volver a tomar medidas de fuerza en la escuela.En diciembre del año pasado habían acordado, padres y ministerio de Educación, el proyecto de remodelación y refuncionalización de la escuela primaria. El plan incluye instalación eléctrica nueva, cambio total de aberturas, reparación de cubiertas de techo, reemplazo de desagües pluviales, cambio de todos los pisos, una cocina nueva, trece aulas más, una biblioteca, una sala de informática, oficina para administración, grupos sanitarios nuevos, un playón deportivo cubierto, pintura completa, construcción de cerco perimetral y ejecución de un pozo perforado. Otro cambio propuesto es el rediseño del patio interior a los efectos de lograr mayor luminosidad y ventilación.De este modo, el proyecto posibilita un edificio totalmente remozado, más funcional, con una superficie de 1.920 metros cuadrados, lo que representa una ampliación de 620 m2 respecto a la estructura actual. El plan incluye, además, la ampliación y refacción del Neni que funciona en el mismo predio. Los fondos para realizar la obra fueron obtenidos a través de la Nación. En función de los metros cuadrados a refuncionalizar y la ampliación contemplada, el costo aproximado de la obra rondaría los diez millones de pesos para la escuela primaria, aparte de la ampliación y refacción de los niveles iniciales.





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