APÓSTOLES. La historia viva de Misiones tiene varias ciudades donde sus pobladores tienen mucho que contar. Una de ellas es San José, que el viernes 14 de agosto recordó los 123 años de su refundación. Cumplió con los festejos pertinentes con un acto cívico encabezado por el intendente Carlos Rodríguez quien recordó a las primeras familias que habitaron ese suelo. Ubicada en el departamento Apóstoles, esta es una de las principales entradas a la provincia desde Corrientes, y está conectada a Posadas por la ruta provincial 105; a Apóstoles por la ruta provincial 1. Tiene sus lugares históricos que aún se conservan como la Escuela provincial 20 que en su entonces fue utilizada por varios organismos. Un museo, el San Ignacio de Loyola, que lleva el nombre de quien sin duda se destaca en los inicios en estas tierras. El lugar que pretende ser restaurado. Jorge Bordaquievich responsable del museo San Ignacio de Loyola dialogó con PRIMERA EDICIÓN: “Tenemos mucho material, parte histórica que aún vive dentro de los corazones de los sanjoseños, porque hay mucha voluntad por conservar el museo. Estamos con la señora Martha Olivetti que es la responsable del museo, este es un museo jesuítico San Ignacio de Loyola, también están las ruinas que están en la parte privada. Además, tenemos la parte más reciente, como los edificios más antiguos. El museo fue el primero de mampostería. Tenemos proyecto de conservar el mismo pero también restaurarlo y ampliarlo para traer elementos como los de Virgilio Chavales, un historiador francés que estuvo mucho tiempo acá”. Algunos personajes históricosDon Virgilio Chavannes, ingeniero agrónomo de profesión, dedicó gran parte de su vida a estudiar la historia jesuítica, los orígenes de San José y cuestiones de la literatura; fue el fundador del Museo San Ignacio de Loyola, espacio que alberga objetos y documentos. Virgilio hablaba varios idiomas, aunque en la cotidianidad del trato con su esposa Ana María, utilizaba la lengua italiana: “Si bien en nuestro pueblo natal se habla francés, nos criamos hablando con mi padre o con mi madre u otra persona”. “Yo estudié agronomía en Suiza, me recibí con 22 años. Como era tiempo de guerra, no había vacaciones, se estudiaba de corrido, fueron tres años de estudio. Cuando terminé, había una oferta desesperada de profesionales de todos los rubros. “Mi familia tenía plantaciones de café en estos lugares y cuando dejaron de ser colonias, quedaron las plantaciones divididas en tres países distintos. Teníamos que vender, y esa situación me trajo a Argentina” relataba Chavannes.





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