SAN IGNACIO. Los reclamos de los padres, las manifestaciones frente a la escuela y en las calles de la ciudad surtieron efecto: finalmente, el Consejo General de Educación dijo que se encargará de hacer las reparaciones correspondientes para que se retomen las clases en la Escuela Provincial 15 luego de que estallaran sucesivamente lámparas de luz y enchufes, lo que ponía en riesgo la integridad de los alumnos.Ante esta situación, los padres decidieron que los chicos no concurrirían más a la escuela. Esto sucedió hace aproximadamente dos semanas, cuando los bomberos presentaron un informe indicando la gravedad de la situación. Gravedad que confirmaron con un perito contratado por la dirección que les dijo, literalmente, que la escuela era “una bomba de tiempo”. Ante esta situación, los padres decidieron manifestarse frente a la institución el pasado jueves y marchar por las calles de la ciudad en la tarde noche del mismo día. Tras la movilización llegó al fax de la escuela una disposición del CGE que dictaminaba el cierre de la institución por reparaciones hasta el próximo miércoles 19 del corriente.Aún así, ya estaba decidido el abrazo simbólico al edificio, que se desarrolló con más un centenar de padres, directivos, docentes y alumnos el viernes por la mañana. Lo hicieron para que el CGE se comprometa a realizar las reparaciones. Y así fue, se hizo presente un ingeniero del Consejo quien les aseguró que los materiales ya estaban comprados y constató que en la escuela la conexión eléctrica es directa, no hay tableros ni disyuntores. “Nos garantizó que van a hacer los arreglos correspondientes y a dejar todo firmado para que los padres tengamos la seguridad de que a nuestros hijos no les va a pasar nada. Entonces, el miércoles queremos la certificación”, señaló María, una madre y presidenta de la cooperadora escolar a PRIMERA EDICIÓN. “El ingeniero que vino desde el Consejo habló con todos los padres presentes y nos garantizó que se van a hacer todos los cambios necesarios. Es más, él mismo dijo que estaban mal hechas las conexiones y nos garantizó que para el jueves va a estar todo listo. Por lo menos sirvió de algo todo lo que hicimos”, agregó. Un problema de hace ratoDocentes de la escuela contaron a PRIMERA EDICIÓN que las explosiones no fueron algo de los últimos tiempos, sino que siempre se sucedieron pero ellos les restaban importancia. “Ahora, tras los informes de peritos y bomberos nos enteramos al peligro al que estábamos expuestos, fue un verdadero milagro que nadie haya resultado herido en estos seis años”, aseguró una maestra. Padres, docentes y directivos quieren que el jueves, día que los chicos deberán volver a clases, no sólo les muestren documentos que constaten que no hay peligro para los chicos, sino que además exigen el final de obra que nunca obtuvieron. Y van por más, piden que en el mismo predio de la escuela, se construya un nuevo edificio, con todas las condiciones de seguridad para la comunidad educativa. Más allá de los pedidos, los padres ya decidieron que irán el jueves con los chicos, pero que si no ven mejoras en la instalación eléctrica, no volverán a clases. “No vamos a dejar a nuestros hijos a la buena de Dios”, finalizaron.





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