Guillermina sorprendió con un perfil más expuesto del que solía sostener hasta hace unos meses. Tanto ella como Marcelo Tinelli tienen sus respectivos hijos y su amor terminó de coronarse en abril de 2014, cuando llegó Lorenzo a este mundo. A partir de ese entonces la vida de pareja transcurre con total normalidad, a un par de pisos de distancia.“Vivimos en el mismo edificio pero en pisos separados y eso está bueno. Nosotros tenemos una muy buena relación, él tiene sus hijos, yo tengo los míos y compartimos momentos. Hay situaciones en las que estamos todos, otras que no, otras mezclados… Siento que si tengo que estar con mi hijo estudiando o haciendo la tarea tengo mi espacio. Siento que convivimos. No estamos en dos edificios diferentes, es como tener una escalera en la casa… Estamos muy bien así”, expresó Guillermina sobre el día a día con su pareja.Lo que resaltó en la entrevista fue su confesión sobre aquello que más le costó de esta relación. Cuando su amor salió a la luz, mucho se dijo pero ellos prefirieron resguardarse en la intimidad de la pareja. Hoy, el tiempo pasó y los prejuicios de terceros parecen haber quedado atrás. Sin embargo, reveló que le costó adaptarse a ese nuevo perfil mediático, lugar en el que se la instaló por su inevitable exposición en los medios.“Todo es más normal de lo que parece. Yo elijo mis relaciones por un tema de amor, no por todo lo que acarrea la otra persona. Él naturaliza mucho las cosas, nunca te hace sentir que es el hombre exitoso que hace 25 años está en la televisión argentina. Al principio me costó el tema de los medios y la exposición, pero me acostumbré”, confió Guillermina.





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