POSADAS. El Código Electoral Nacional indica que las personas mayores de setenta años no están obligadas, sin embargo la cultura de elegir a quienes manejarán el futuro político del país es muy fuerte para ellas. Se trata de los adultos mayores que fueron a “depositar su voto y confianza en un país mejor”. “Vengo acompañada, pero acá estoy para cumplir con mi deber cívico”, le dijo a PRIMERA EDICIÓN, Librada Galeano, quien ya no tiene la obligación de votar pues tiene 74 años, sin embargo llegó hasta la Escuela 674, ubicada en la chacra 32-33 de la capital para emitir su sufragio. Librada fue con un familiar, en horas de la mañana. Con una renguera, consecuencia de un intenso dolor en una rodilla que no le deja caminar con normalidad, se sentó a la espera de que le acercasen la urna para votar. “Me gusta venir a votar, quiero cambios”, aseguró Librada a este Medio, mientras esperaba en una silla su turno para enfrentar la urna. Un fiscal general le dijo que espere sentada, que enseguida iba a poder sufragar. A los pocos minutos, la presidenta de la mesa le acercó la urna, ella eligió su boleta en el aula más cercana a su lugar y con la satisfacción de cumplir con su deber, Librada se retiró de la escuela. “Quiero elegir a mis representantes”El caso de Miriam Portillo, es similar. Tiene 75 años y le tocó la Escuela de Comercio 18. Llegó cerca del mediodía y cuando fue consultada por PRIMERA EDICIÓN sobre las elecciones dijo: “Es lindo votar, yo vengo porque a mí me gusta hacerlo, nunca falté a ninguna elecciones porque quiero elegir a mis representantes”. Miriam, mientras hacía la fila para votar remarcó que “hay que votar a conciencia y confiar en los candidatos”. Por otra parte, en el Instituto Janssen, Aurora Jara, con sus 90 años también fue, por la mañana, a depositar su voto. Críticas“La verdad es que me genera un gasto”, aseguró Ariel Piris, quien es comerciante y se mostró en desacuerdo con la prohibición de no abrir los negocios.Otros de los cuestionamientos, en especial de la franja etaria de 30 a 45 años, fue la obligatoriedad de las Paso. “Es como una interna encubierta”, señaló Paula Morales a este Diario cuando salía del Bachillerato Polivalente 8 de la capital. A su lado, Cecilia Torres también mostró su disgusto por tener que votar, en algunos casos, entre candidatos del mismo partido político.





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