POSADAS. Si el criminal se sentó en una silla y hubo una persona que lo vio al momento de cometer el delito, será su palabra contra la del criminal. La pregunta es: ¿cómo lo vamos a identificar? Pues bien: la identificación sólo por haberse sentado en una silla puede lograrse por medio de la odorología forense, “que es una técnica que detecta el olor humano en la escena del crimen utilizando los canes”, aseguró el único especialista en nuestro país, el médico veterinario Mario Rosillo. El especialista, que recibió en el Senado el premio Domingo Faustino Sarmiento por su aporte a las Ciencias Forenses, la máxima distinción que otorga la Cámara alta, precisó a PRIMERA EDICIÓN que la práctica es utilizada por investigadores del FBI y en Europea.Actualmente en nuestra provincia, Rosillo se encuentra colaborando con la Brigada de Canes en el adiestramiento de tres perros de la raza Blood Hoound. Dos para rastros, y un tercero para odorología forense “pero no hay una decisión política sería y esto va lento. El Estado provincial no muestra interés en la ciencia”.Para Rosillo es necesario la conformación de un gabinete en Odorologia Forense “que tiene respaldo judicial en el mundo y en Argentina donde varias provincias las han tomado de acuerdo a la jurisprudencia. Por medio de la misma, tanto la Policía como la Justicia, contará con una herramienta pericial de vanguardia y altamente utilizada. Pero, ni los jueces ni fiscales de aquí conocen sobre la odorología forense porque no esta avanzado, se desconoce la herramienta que puede ser de gran utilidad”, sostuvo Rosillo, que en septiembre se dispone a dar cursos en la Universidad de Cádiz, España. Y posteriormente, en México e Italia.Una herramienta claveDe acuerdo a Rosillo, el gabinete deberá trabajar en forma conjunta con la parte canina y la Policía Científica. Y entre las herramientas precisas, facilitó información sobre el nuevo dispositivo para pericias de alta complejidad, denominado ‘Unidad de transferencia de olores humanos para escenas del crimen STU100’. “Una herramienta utilizada por el FBI, se extrae los olores humanos en la escena del crimen, solamente olores humanos porque está calibrado para eso, con una gasa especial se impregna y se le da al perro para las pericias. Los extraigo sin alterar pruebas y por medio del mismo el perro puede determinar quién estuvo en la escena. Agiliza muchísimo, tanto para la investigación judicial como policial, es una ventaja, un proceso rápido, y desde su inicio tiene todo documentado con fotos, es claro”. Éste artefacto, en el mercado cuesta 2.500 dólares, detalló el especialista. “Tenemos la materia prima y no saberla aprovecharla es una lástima”, puntualizó Rosillo. Oportunidad afueraHace unos meses la universidad de Cádiz, España ofreció al doctor Rosillo integrar el equipo de forenses en Odorologia, para ejercer la profesión allí. “Pero uno piensa en su país y lo ejerzo aquí. A veces las autoridades tienen que ver que la parte delictiva avanza y en la lucha contra esto la ciencia ayuda. La ciencia valida ayuda, sino no tendríamos los avances, como las muestras de ADN”. Corbata vuelve a escenaEn los próximos días, Rosillo junto a Corbata viajarán a la Pampa donde la Justicia de esa provincia, solicitó la colaboración del can para realizar pericias en un hecho delictivo. Luego, irán a Buenos Aires y posteriormente a Córdoba. Corbata es el can investigador más conocido del mundo por haber esclarecido más de 200 casos delictivos. Trabajó diez años como policía en la provincia de Río Negro, pero además, recorrió el país y parte de Centroamérica resolviendo casos policiales como secuestros, violaciones, homicidios y robos.“En 2009 colaboró en Venezuela en un caso de un secuestro seguido de homicidio y lo resolvió”, mencionó el doctor.A medida que el animal resolvía casos, la Justicia lo fue solicitando. Y si bien el año pasado fue retirado con medalla de honor, ya que desde hace dos años presenta problemas musculares y una atrofia en la cadera, fue requerido por la Justicia de la Pampa. “Corbata tuvo una buena recuperación, ha hecho entrenamientos y pruebas, y lo requieren como perito. Es una pericia que aceptamos con el objetivo de que se tenga en cuenta la Odorologia Forense y su valor científico”, precisó Rosillo. Entro los casos más resonantes, Corbata ayudó en la resolución de el secuestro en Paraná de Fernanda Aguirre en julio de 2004, también en la búsqueda de Otoño Uriarte en 2006, y participó en la investigación por el asesinato del taxista de Cipolletti, José Vázquez en febrero del 2007.En los últimos tres años, la salud de Corbata se deterioró. Por ello, el médico Rosillo solicitó su baja en las fuerzas policiales.Pero, al can no le fue sencillo obtener la jubilación, y todo se debe a su sorprendente desempeño como investigador.Fue así que tiempo atrás Rosillo, inició en la Web la campaña “Todos por Corbata” para conseguir el retiro de Corbata.En cuestión de días, la consigna se viralizó y se recolectaron miles de firmas pidiendo el retiro de Corbata. En Change.org pero también en la cuenta de Facebook de “Retired Dogs 112”,agregaron fotografías donde aparecían perros de distintas partes del mundo con una corbata.Finalmente se produjo el efecto buscado y la Policía rionegrina retiró con todos los honores y, banda de música incluida, al perro más importante de la historia en la odorologia forense Argentina. Por ello, Corbata recibió la medalla de honor por una década de servicio y fue entregado al cuidado del veterinario Rosillo. Investigadores del FBIEl año pasado, el doctor Rosillo recibió un llamado. Se trataba de la investigadora estadounidense, Paola A. Prada, quien lo invitó a formar parte del libro “Human Scent Evidence”, un libro que recopila las principales investigaciones. “Se comunicaron conmigo y empezamos hacer una investigación científica y en gran parte del libro citaron trabajos y fotos de Argentina. Específicamente procesos donde trabajamos con Corbata”, resumió el especialista. El libro, recientemente publicado, de Prada, Allison M. Curran y Kenneth G. Furton, consultores del FBI, presenta una serie de casos en los cuales, la Odontología Forense operó como mecanismo clave en cada uno de los esclarecimientos. En el eje
mplar ubica al protocolo de Odorología Forense Argentino, entre los cuatro mejores del mundo, junto al de Finlandia, Holanda y Estados Unidos. Tanto Prada como Furton y Curran, son los investigadores que han readaptado la Unidad de transferencia de olores humanos STUD 100. Actualmente, Prada es investigadora en la Universidad de Texas donde va a conformar un laboratorio de Odorología Forense en el cual, Rosillo fue convocado como colaborador.





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