POSADAS. El próximo 7 de agosto, los vecinos de El Alcázar se reunirán en un salón céntrico de la localidad para encontrarle una vuelta a la creciente inseguridad, un concepto que hasta ahora era desconocido para ellos, porque -salvo casos aislados- se caracterizaban por vivir en una ciudad tranquila. Sin embargo, en menos de un mes, en este pueblo con apenas 12 mil habitantes se denunciaron los robos de un auto, una camioneta y al menos cinco motos, además de otros hechos menores y hurtos en domicilios, lo que les hace pensar que están siendo víctimas de “mafias” que vienen desde otros puntos y que “contratan” a personas locales para “marcar” a las víctimas. En el barrio Belgrano, lugar del que se llevaron una camioneta hace cinco noches, están pensando en colocar cámaras de seguridad como respuesta a una problemática que era casi exclusiva de los grandes conglomerados urbanos, pero que últimamente no diferencia entre poblados grandes o pequeños. Julieta Widmer es una de las vecinas que convocó a la reunión ampliada en el Salón de Organización Social (SOS) después de que se llevaran el vehículo de su padre desde adentro de su propiedad y con todas las medidas de seguridad posibles. “Vamos a juntarnos para hacer un raconto de los hechos denunciados y no denunciados, y del estado actual de cada investigación para exigir que nos protejan, pero también que se investigue y se encuentre a los ladrones”, refirió. Es que no sólo se sienten desprotegidos porque la Policía no tiene medios suficientes para prevenir, sino también abandonados porque “cuando se denuncian los hechos es como ‘anoticiarlos’ nomás, porque después nunca pasa nada”, lamentó Widmer. En EldoradoEl anterior auto robado en El Alcázar, hace apenas unas semanas, fue un Fíat Uno. Varios días después encontraron el motor y el chasis en un taller de Eldorado, totalmente desmantelados, pero “hasta el momento nadie fue preso”, aseguran. En el caso de la camioneta de los Widmer, “la Policía apareció en casa cuatro días después de la denuncia y Criminalística, cinco días después”. Las víctimas lamentaron esa escasa reacción policial y la aparente falta de interés de las autoridades comunales: “Somos muy pocos, nos conocemos todos, el intendente vive a la vuelta de casa y ni así llegó para interiorizarse o solidarizarse. Esto da un poco de bronca, porque uno siente que lo que nos pasa no le importa a nadie”.En mitad de caminoLos vecinos de El Alcázar creen que, al ser un pueblo ubicado sobre la ruta provincial 11, que une las nacionales 12 y 14, “estamos de paso entre quienes se manejan por la provincia provocando daños y cometiendo ilícitos”, por lo que consideran que es tiempo de que la respuesta de las autoridades “sea más contundente” y el control, más efectivo. En la localidad funciona una comisaría que depende de la UR-IV de Puerto Rico, distante 34 kilómetros. Los vecinos aseguran que la Policía “siempre responde que no tiene medios o que le falta un vehículo o no anda, o no tiene combustible”, por lo que “nunca vienen cuando necesitamos, sino que aparecen mucho tiempo después”.





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