POSADAS. Hace muchos años que se reitera una queja constante de parte de los misioneros hacia la Nación y al resto de las provincias: es que Misiones recibe menos coparticipación que las otras del Nordeste pese a su mayor crecimiento de la población.Esta injusticia, según argumentan algunos dirigentes políticos, se busca compensar con fondos y programas adicionales que llegarían a Misiones por decisión discrecional del Gobierno nacional, entre los que se mencionan los “famosos” ATN, que son aportes del tesoro nacional.Sin embargo, en los últimos meses hubo dos programas extremadamente sensibles, que apuntan a dar beneficios a los sectores más vulnerables de la población pero que solamente se otorgaron para los habitantes de las provincias del sur, dejando afuera a los misioneros y a los ciudadanos de otras provincias como Corrientes, Chaco y Formosa, que son las que tienen los índices de pobreza más altos del país. Se trata de los subsidios para comprar garrafas y de la AUH.Con un extraño e inentendible argumento, la Nación determinó que las familias de la Patagonia reciban más dinero para comprar garrafas y más dinero por la AUH que las familias que habitan el NEA.Estas polémicas medidas fueron muy cuestionadas en otras provincias perjudicadas, donde sus representantes reclamaron fuertemente a la Nación que debería equilibrar el reparto de beneficios. Sin embargo, los diputados nacionales y los senadores por Misiones nada dijeron del tema, tal vez para no enojar al Gobierno nacional o no salir de sus cómodos lugares de privilegio.Los senadores misioneros son Sandra Giménez, Salvador Cabral Arrechea y Juan Manuel Irrazábal, todos kirchneristas; en tanto que los diputados son Julia Perié, José Guccione, Silvia Risko, Alex Ziegler, Luis Pastori, Oscar Redzuk y Stella Maris Leverberg. Salvo Pastori, también son todos alineados al Gobierno nacional. Ninguno puso el grito en el cielo ni reclamó cuando se anunció que las familias de la Patagonia recibirían hasta 20 veces más dinero que las del NEA para comprar garrafas subsidiadas ni tampoco esta semana, cuando se trató el proyecto de ley de la Asignación Universal, donde se estableció un 30% más para los patagónicos que para el resto del país. El proyecto ya obtuvo dictamen en la comisión de Presupuesto de Diputados, donde el único que “pataleó” fue el formoseño Ricardo Buryaile. Se quejó porque “en algunas localidades de Formosa, la pobreza es tres o cuatro veces mayor que en las provincias del Sur y sin embargo la asignación será un 30% menor”. Sin embargo, “resulta preocupante la negativa del Gobierno a igualar el trato de un niño de la Patagonia con uno del NEA”, sostuvo. El proyecto enviado por la presidenta Cristina Kirchner al Congreso establece que nueve de las diez asignaciones familiares contempladas en la Ley 24.714 serán “móviles” de acuerdo al mismo cálculo del índice de movilidad que se utiliza para las jubilaciones acorde a la Ley de Movilidad Jubilatoria (26.417).





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