POSADAS. Una familia posadeña perdió todas sus pertenencias en un incendio, y pese a que recibió alguna ayuda, continúa necesitando de la solidaridad para salir de la difícil situación. El siniestro se desató a raíz de un cortocircuito, producto de un bajón en la tensión de la energía eléctrica en la vivienda, contó la señora Duarte, damnificada.Tras lo ocurrido, hace ya casi un mes, estas personas continúan necesitando de todo, desde una cuchara a los mobiliarios de la casa como camas, colchones, frazadas, materiales, elementos de cocina, de electrónica, de baño, materiales de construcción, mesas, sillas y todo con lo que se pueda colaborar, ya que necesitan reconstruir la vivienda, explicaron en charla con PRIMERA EDICIÓN. “Cuando noté que empezó el fuego sólo tuve tiempo de sacar fuera de la casa a mis hijos. En un momento pensé en volver a entrar para ver si podía salvar algunas pertenencias, porque en esos momentos uno no puede creer lo que está viviendo pero gracias a Dios la gente que que estaba a mi alrededor me hizo entender que era muy peligroso. Cuando me di cuenta ya estaban los bomberos trabajando para apagar el incendio. No se salvó nada y la verdad te quedás muy mal después de pasar por una situación semejante; ojalá que pronto podamos dejar atrás este mal momento”.“En estos días de campaña muchos políticos se acercaron a preguntar lo que necesitábamos y nos hicieron promesas, pero hasta ahora no volvieron a aparecer. La verdad, una actitud repudiable”, cuestionó la mujer.Por ahora la familia se ubicó en la casa de parientes y está tratando de resurgir “primero psicológicamente porque no nos quedó nada, ni un recuerdo de los chicos. Nada de nada, ni una media”, relató con tristeza.La familia tiene dos chicos que asisten al Colegio San Alberto, con lo cual cumplir, en estos momentos tan difíciles con la paga mensual de la cuota se les hace prácticamente imposible, el panorama es bastante complicado, además de que no los pueden cambiar a esta altura del año. Para colaborar con la familia y ayudarla a sobreponerse en este momento tan difícil, pueden comunicarse al teléfono 4481049. En segundos, una pesadillaEl relato de la señora Duarte es bastante dramático. El día del incendio (tras el cual su hogar, junto con los bienes producto del esfuerzo de toda la vida, se redujeron a nada) los bajones de tensión habían sido más sucesivos e inusuales que en días anteriores. Los bomberos le explicaron horas más tarde que habían hallado velas en donde creen que se originó el cortocircuito. Como en una pesadilla, la mujer recuerda muy poco de lo que le tocó vivir. Hoy agradece a Dios que la familia salió ilesa y también se mostró muy confiada en que las cosas van a mejorar. Cuenta con que pronto la solidaridad de la población, que en alguna ocasión le tocó brindar, se va a manifestar para suplir las necesidades que ahora deben pasar.





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