POSADAS. En los últimos meses creció el manejo discrecional de dineros públicos entre el Gobierno kirchnerista a nivel nacional y el renovador de Maurice Closs, justo en el año en que estas dos fuerzas políticas se juegan su continuidad en el manejo del poder.En la primera mitad del año, los dineros que llegan por fuera de la coparticipación y que el oficialismo reparte arbitrariamente aumentaron de manera estrepitosa y triplican lo que Misiones recibió en 2014, pasando de 390 millones a 912 millones de pesos.Casualidad o no, justo este año el kirchnerismo misionero acordó con la renovación una unidad política para enfrentar las elecciones y, en consecuencia, se armó una lista “de consenso” donde los principales candidatos renovadores van mezclados con candidatos “K” y, particularmente, de la agrupación La Cámpora.Esta maniobra arbitraria del manejo de dineros públicos no es una cuestión exclusiva de Misiones, ya que se reitera con otras provincias, pero la condición esencial es ser aliado del Gobierno nacional. Las provincias que no son “amigas” no tienen el mismo trato.Según datos oficiales del Ministerio de Economía que fueron publicados por el diario La Nación, las transferencias de capital a las provincias saltaron de $10.004 millones en los primeros cinco meses de 2014 a 24.039 millones este año, lo que marca un aumento del 78%.Las transferencias de capital abarcan, principalmente, los fondos destinados a obras públicas que se realizan por convenios con las provincias. El Gobierno los decide de manera discrecional. En el caso de Misiones, se reflejan en obras que llegan para asfalto y viviendas principalmente y que terminan en Vialidad y el Iprodha, dos de las cajas del Gobierno closista que mayor caudal de millones de pesos administran cada año.Es un clásico que en épocas electorales se dé rienda suelta al gasto, pero nunca se abrió tanto el grifo como este año, advirtió el economista Walter Agosto, investigador de política fiscal del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), quien observó que en las elecciones de medio término de 2013, las transferencias discrecionales al cabo del primer trimestre aumentaron 24% respecto de igual período del año anterior, en línea con el aumento del gasto total.Tampoco en las elecciones presidenciales de 2011 hubo una suba tan pronunciada de las transferencias discrecionales a las provincias: “Al cabo del primer trimestre permanecen iguales a las del primer trimestre de 2010”, indicó Agosto.Las transferencias discrecionales a las provincias son aquellas que van por fuera del reparto por coparticipación, que se regula de manera automática. Se componen, además de los gastos de capital, por gastos corrientes (recursos frescos destinados a cajas de jubilaciones provinciales deficitarias y al fondo de incentivo docente, por ejemplo). Sin embargo, estos gastos corrientes no tienen el impacto monetario de los gastos de capital. Según los datos oficiales, las transferencias discrecionales totales -contemplados los gastos de capital como los corrientes- aumentaron un 68% respecto del año pasado.Este dispendio en el gasto público se hace a costa de un déficit creciente: de hecho, en los primeros tres meses de 2015 el agujero fiscal se sextuplicó respecto del año pasado. Una asignatura de la que se deberá hacerse cargo el Gobierno que resulte elegido en octubre.Misiones, la cuarta más beneficiadaEn estos primeros cinco meses del año, la provincia más beneficiada en el reparto de fondos discrecionales desde la Nación ha sido Catamarca -gobernada por la kirchnerista Lucía Corpacci-, que recibió un 175% más de fondos que el año pasado (288% considerando únicamente transferencias de capital). Detrás de Catamarca figura Neuquén, una provincia aliada al kirchnerismo, con un 170% de aumento respecto de 2014 (242% en transferencias de capital). En el ránking le siguen Corrientes (122% en envíos totales y 230% sólo de capital), Misiones (109 y 134%), Tierra del Fuego (103 y 114%) y San Juan (99 y 152%, respectivamente).Las que no son amigas no reciben el mismo trato; por ejemplo, La Rioja y Tierra del Fuego, provincias afines al kirchnerismo, reciben casi quince veces más por habitante que Córdoba, que no lo es. Los fondos discrecionales constituyen importantes refuerzos presupuestarios a las arcas de las provincias, algunas de las cuales a duras penas sobreviven con la coparticipación que la Nación les gira de manera automática. La Auditoría General de la Nación (AGN) señaló, en un informe que difundió el año pasado, la profunda arbitrariedad en el reparto de los fondos discrecionales entre las provincias. El organismo de control advirtió que Santa Cruz fue la provincia más beneficiada por el Gobierno en el período 2003-2012, con un monto de transferencias discrecionales que asciende a 9.000 millones de pesos. Durante la presentación del documento “Una década al cuidado de los fondos públicos”, que elaboró el organismo presidido por Leandro Despouy, se denunció que “el manejo arbitrario” de esas transferencias “puede vulnerar el principio de equidad, al permitir que algunas provincias reciban más recursos que otras, según amiguismos políticos y sin otra lógica que no sea la voluntad del Poder Ejecutivo”.




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