EL SOBERBIO. Familiares de la joven de 20 años detenida por su presunta vinculación con el homicidio de su conviviente Miguel Bubans, ultimado de un disparo en el pecho el martes pasado, revelaron que padecería esquizofrenia y que al momento del aberrante episodio, habría suspendido el tratamiento.El dato no es menor, en caso de confirmarse. Podría tener incidencia en la futura acusación o actuar de atenuante.En caso de que la Justicia acceda a esta información a través de los parientes, seguramente apelará a una Junta Médica psiquiátrica para confirmar el diagnóstico.La mujer, al parecer, no amamantaba a su bebé de seis meses justamente porque estaba con medicación.Ella continuaba, al menos hasta anoche, alojada en la comisaría de Dos de Mayo, porque las instalaciones están acondicionadas para que allí permanezca una mujer.No es descabellado pensar que el juez de la causa disponga algún régimen especial para esta persona en virtud de que su hijo es demasiado pequeño. Por el momento no deja de ser trascendido, pero tampoco es un disparate.Más allá de estas circunstancias, su situación procesal es incómoda y complicada. Hay pistas que la vinculan directamente con la materialización del crimen.Puede que haya actuado de encubridora o de coautora, aunque resta bastante para saber qué protagonismo tuvo. La Policía informó, desde un principio, que mantenía un amorío con su vecino, un muchacho de 20 años que se había mudado a El Soberbio procedente, aparentemente, de Bernardo de Irigoyen.Justamente, hacia esta localidad escaparon los jóvenes después de cometido el hecho de sangre.Una versión indicó que allí viviría su madre. Los investigadores lo buscaban allí cuando accedieron al dato de que, en realidad, podría encontrarse en la localidad de Piñalito Sur, escondido en el domicilio del padrastro. Los detectives montaron una guardia encubierta y en los alrededores del barrio Repetidora procedieron al arresto de ambos fugitivos, el jueves a las 3.30.Intentaban pasar la frontera seca rumbo a Brasil, en la motocicleta que pertenecía a la víctima.En el mismo procedimiento se incautó un revólver calibre 38, con el que Bubans fue asesinado de un tiro en la tetilla derecha.El caso trascendió el martes, a las 19, cuando el padre de la chica denunció su desaparición sin saber la historia escabrosa que había atrás.





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