POSADAS. Preocupación; así podría sintetizarse el sentimiento que embarga a gran parte de los vecinos de Itaembé Miní que ven el paulatino aumento de minibasurales, malezales y calles en deplorable estado, en la periferia y ahora también en los barrios que bordean la avenida 147.Un caso piloto, irrefutable, es el bulevar de acceso al barrio Terrazas. Allí algunos vecinos inescrupulosos arrojan todo tipo de basura. Algunos ramas, otros escombros y hasta electrodomésticos en desuso. Y no falta quien estaciona su vehículo sobre el mismísimo bulevar, entorpeciendo la visual del automovilista que intenta atravesar esa arteria, la avenida 170, en forma perpendicular.En ese contexto, un espacio público que debería estar reservado a actividades de recreación o de ejercicio físico, se ven impedidas por la acumulación de desperdicios.La gente no respeta siquiera los carteles de prohibido arrojar basura. Si el camión municipal recogiera la basura más seguido ayudaría, o si un inspector de tránsito multara al infractor sería mejor, pero el vecino también debe colaborar por el bien común.





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