SAN PEDRO. El fallecimiento de una persona amerita una serie de trámites de rigor y administrativos que van desde la emisión de un certificado de defunción -por parte de un médico- hasta la notificación a las autoridades policiales. No obstante, estas normas -conocidas y que se deben cumplir por ley- no fueron acatadas por una empresa privada de construcción, teniendo en cuenta que un empleado que murió el pasado domingo, tras aparentemente sufrir un accidente laboral, fue trasladado hasta la ciudad donde residía y sepultado, sin intervención de los funcionarios policiales y mucho menos de la Justicia Penal. Por ello, tampoco hubo autopsia. Esta increíble historia se inició ayer a las 18.30, cuando el jefe de la comisaría de San Pedro regresaba del gimnasio. Casualmente se encontró con un conocido, quien le relató que el sábado pasado hubo un terrible accidente. Grande fue la sorpresa cuando el efectivo escuchó que el desenlace de ese episodio fue fatal. “El obrero murió en una clínica privada de Eldorado, a las 24 horas de ocurrido el hecho”, le habría dicho el conocido al uniformado. En forma inmediata, una comisión de la mencionada dependencia se dirigió al obrador donde supuestamente se produjo el lamentable episodio. Allí solamente estaba el sereno, cuidando las máquinas y herramientas. Nada se sabía del encargado de obra ni de los trabajadores. Cadena de negligenciasAnoche, personal policial determinó que el traslado de la víctima hasta un centro asistencial de Eldorado estuvo a cargo de personal de bomberos de San Pedro, que tampoco dio aviso a sus superiores de lo sucedido. Al parecer, la empresa para la cual se desempeñaba el ahora fallecido (identificado como Héctor Dávalos, de 30 años) está contratada por Vialidad Provincial, indicaron las fuentes consultadas. Los pesquisas trataban de ubicar a los responsables de la firma constructora para que brinden mayores datos con respecto a sus responsables, quienes en definitiva podrían relatar los pormenores del supuesto accidente laboral. No obstante, en base a datos e indicios, la Policía pudo determinar que aparentemente el obrero se hallaba colocando asfalto sobre un empedrado el sábado último a la mañana. El lugar del hecho sería en plena zona urbana de San Pedro, más precisamente en el barrio Emsa. El hombre manipulaba una máquina que rastrilla y, por motivos aún desconocidos, habría caído frente al rodillo de seis ruedas de goma, que le pasó por encima y le ocasionó lesiones de gravedad, indicó la fuente. El herido habría sido trasladado por el propio personal de la empresa a Eldorado. La víctima falleció el domingo y su cuerpo fue trasladado a Bernardo de Irigoyen, donde fue sepultado. Lo llamativo del caso, según la Policía, es que la misma firma constructora habría realizado los trámites inherentes al sepelio. No descartan que la Justicia solicite exhumar el cuerpo del infortunado hombre.





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