POSADAS. Como todos los años y como otros tantos posadeños, José Piris Da Motta, elaboró ayer el tradicional locro del Día de la Bandera. Fue sobre la avenida Francisco Haro, en proximidades de la Casa Radical, donde desde horas tempranas hizo el fuego y puso a hervir algunos de los ingredientes que más tiempo de cocción necesitan para lograr una comida verdaderamente sabrosa.“Lo hacemos por necesidad y por tradición”, admitió el cocinero, al tiempo que contó que el plato del día llevó tendones, garrones, osobuco, maíz pisado, mandioca, zapallo, zanahoria, apio y todas las verduras. Y lo bueno de esto es que no hizo tanto frío y el tiempo acompañó para conseguir la madera y mantenerla seca, y estar al pie del cañón desde temprano. Como sucedió la mayoría de las veces, quienes más compran este manjar elaborado por José y su familia son los que transitan por la zona, a lo que se suma uno que otro vecino de las proximidades. La ganancia obtenida “no me saca del pozo pero me ayuda bastante, confió Piris Da Motta, al tiempo que reconoció que “si bien me gusta cocinar, tendría que ser una cosa continua para que rinda en términos económicos. Sin embargo esto sale solamente en las fechas tradicionales. En realidad lo hago mas porque me gusta que por otra cosa”.Manifestó que los fondos obtenidos son empleados para sostener a su familia, que es numerosa. “Tengo ocho herederos pero todos muy buenos hijos, abanderados, estudiantes del Instituto Montoya, y me juego todo por ellos”, dijo el hombre, que si bien tiene un pequeño comercio anexado a una verdulería sostuvo que “no posee capital suficiente para despegar y expandirme, a pesar que estoy ubicado en un muy buen lugar”, en una zona tan poblada como lo es la chacra 32-33.





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