POSADAS. Tiene 32 años y es conocida como “La Maru”. Durante cuatro días fue una de las mujeres más buscadas de la provincia, hasta que ayer a las 9 se presentó voluntariamente ante el Juzgado Federal de Posadas, sobre la avenida Mitre.La sospechosa de ser integrante de una organización dedicada al trafico al menudeo de cocaína en la capital provincial se abstuvo de declarar por consejo de su abogado, el letrado Javier Noguera. No obstante, quedó detenida y a disposición de la jueza María Verónica Skanata, titular por subrogancia del mencionado juzgado.La misma opción de no declarar en la indagatoria siguieron los dos primeros detenidos en la causa, conocidos por los sobrenombres de “Pato” (71) y “Pollo” (27). Tal como publicó PRIMERA EDICIÓN, todos están sospechados de integrar una banda que era investigada desde principios de año y que fue desarticulada el último sábado de madrugada en el barrio Tiro Federal de Posadas, desde donde operaba. Allí se secuestraron 40 dosis de cocaína, casi un kilogramo de marihuana, papeles y una moto en la que se repartían los pedidos. Por este modus operandi para los pesquisas el caso era conocido como la banda del “narco delivery”. Por otra parte, este diario pudo establecer que durante la medida de indagatoria, la jueza imputó a “La Maru” por “tráfico de estupefacientes en calidad de organizadora”, es decir que para la magistrada existirían elementos para acusarla de ser la presunta líder de la banda. Para las próximas horas está prevista la realización de las pericias en los números telefónicos incautados durante el allanamiento. Por ahora, no hay más pedidos de capturaFuentes de la investigación señalaron que desde la Justicia consideran que los tres principales sospechosos de integrar la banda del “narco delivery” ya se encuentran tras las rejas. No obstante, los voceros aclararon que no se descartan otros operativos o detenciones en la causa, que se inició el año pasado y ya cuenta con 600 fojas. Tal como anticipó este diario, fueron fundamentales las escuchas telefónicas en la investigación. Mediante este elemento de prueba, las autoridades pudieron determinar el “modus operandi” de la organización que distribuía cocaína por todo Posadas. Entre las comunicaciones surgen llamadas de pedidos, de avisos sobre los finales de las “rondas” e incluso hasta quejas de los consumidores por la calidad del “producto”, cuestión que indicaría que la banda “estiraba” en buena parte su “materia prima” para maximizar las ganancias. Los efectivos de la Policía Federal, delegación Posadas, pudieron confirmar a través de las escuchas que por noche la banda recibía al menos 30 llamadas de clientes que hacían sus pedidos. La organización operaba en una amplia zona, desde Lavalle hacia el oeste y desde Quaranta al norte. Vendía cada dosis de cocaína a 150 pesos.





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