ELDORADO. La 17ª Edición del Festival Latinoamericano de Títeres “Tatá Pirirí” llegó a su fin el domingo pasado con gran éxito, puesto que, a pesar del mal tiempo que se presentó el fin de semana en esta ciudad, las funciones tuvieron el acompañamiento de grandes y chicos que disfrutaron y aplaudieron con entusiasmo cada una de las obras a las que asistieron.Los organizadores se mostraron muy conformes con el encuentro, al que consideraron con un contenido muy profundo y, sobre todo, por lo que se transmitió y recibió por parte del público.“El Tatá Pirirí siempre se caracteriza por el baile y los colores, cada festival tiene un color diferente, este año fue diferente, hubo un mensaje profundo en cada obra y también la respuesta del público. Fue muy lindo todo”, señaló Omar Holz, organizador y creador del festival.Y añadió que en un principio tuvo algunas dudas en realizar esta 17ª edición, pero fue más fuerte la evaluación de todos estos años y consideró que valía la pena el esfuerzo. Y no se equivocó, porque -a decir del propio Omar Holz- este año “el Tatá” fue todo un éxito. “Esto me da fuerzas a mí y al grupo para pensar en la organización del festival del próximo año”, adelantó.Títeres por doquierLos títeres no sólo estuvieron en la sala del Círculo Médico de Eldorado, que fue la sede central, sino que recorrieron salas, escuelas y barrios de las localidades de Wanda, Puerto Esperanza, Puerto Libertad, Montecarlo, Puerto Piray.Así, grandes y chicos disfrutaron de obras traídas desde Guatemala, Bolivia, Córdoba, Buenos Aires, Paraguay, Jujuy, todas con un contenido de confraternidad y valores humanos.Y, como todo lo bueno llega a su fin, el domingo los títeres se despidieron de Eldorado hasta el próximo año, cuando la Murga titiritera volverá a sonar en la plaza central del pueblo para anunciar que llegaron los títeres, al son del clásico “oh Tatá Pirirí, oh tatá pirirí…”, que se convirtió en un cántico clásico, anunciando la alegría, la magia y la posibilidad de que grandes y chicos, durante casi una semana, vuelvan a creer que los muñecos cobran vida.Porque cuando la alegría, la magia y las fantasías encuentran su espacio entre la gente, todo es posible. Mientras que, seguramente, los organizadores esperarán su premio, “la risa incontenible de los niños y el agradecimiento del público”.




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