POSADAS. Un “negocio redondo” era el que llevaba adelante la denominada banda del “narco-delivery”, que repartía cocaína de máxima pureza por toda la capital provincial. De la investigación surge que todas las noches la organización recibía entre treinta y cuarenta “pedidos” y que se alzaba con alrededor de 4.000 pesos por jornada.Esos son los datos que se manejan en el seno de la pesquisa, según revelaron las fuentes. La organización fue desbaratada el último fin de semana, pero aún resta la detención de al menos dos integrantes que permanecen prófugos, tal como PRIMERA EDICIÓN publicó en su edición de ayer, uno de los cuales es familiar directo del supuesto “capo”.Mientras el trabajo de la delegación local de la Policía Federal Argentina continúa bajo la dirección de la magistrada Verónica Skanata, titular subrogante del Juzgado Federal de Posadas, y del fiscal Juan Stuber, trascendieron nuevos detalles sobre el mecanismo de trabajo de la organización narco.Por ejemplo, se supo que la banda recibía entre treinta y cuarenta llamados de clientes por noche, que pedían los famosos “triángulos” de cocaína, cada uno con un valor estimado entre 100 y 150 pesos. El “motoquero” salía entonces a bordo de la Honda de 125 centímetros cúbicos secuestrada y realizaba la “ronda”, en la que llegaba a alzarse hasta con un total de 4.000 pesos. Las cifras son elocuentes. Si la venta era “buena”, la organización podía ganar hasta 20 mil pesos por semana, algo así como 80 mil pesos por mes. Eso explica los 50 mil pesos que también fueron secuestrados en el “búnker” del barrio Tiro Federal de la capital provincial.Otra cuestión no menor que se supo es que la banda del “narco-delivery” operaba en un vasto territorio delimitado por la costa norte de Posadas, la ribera del arroyo Mártires, la avenida Lavalle y la avenida Quaranta (exruta nacional 12). Ése era el ámbito en el que se movía el “motoquero”, según consta de las escuchas telefónicas, mediante las cuales se pudo establecer que el grueso de clientes estaba en la zona oeste de la ciudad.Los datos que se manejan hasta ahora surgen de la investigación que comenzó a principios de este año mediante una serie de escuchas telefónicas, filmaciones y guardias encubiertas en inmediaciones a la escena.Así se llegó el último sábado a los dos detenidos, “Pato” (67) y “Pollo” (27). Ambos cayeron en cercanías de Lavalle y Urquiza. En el presunto “búnker” se detuvo al hombre mayor, supuesto líder, y se secuestró casi un kilogramo de marihuana, además de documentos, 50 mil pesos y varios teléfonos celulares.Minutos más tarde fue arrestado el joven, aparentemente en plena ronda de reparto. Los detectives encontraron en los bolsillos de su campera unos 40 “triángulos” de cocaína que estaban listos para ser entregados. Esa noche el “delivery” no llegó a destino. Microemprendimiento: en 2014 habían detenido al “bici-dealer”El jueves 30 de octubre de 2014 efectivos de Toxicomanía arrestaron a un hombre de 57 años que circulaba en bicicleta y llevaba escondidas dos tizas y diez ravioles de cocaína, además de marihuana.El caso, publicado por PRIMERA EDICIÓN al día siguiente, se registró en López Torres y Formosa y se trata ahora de un antecedente muy cercano a la investigación realizada por la Justicia Federal, aunque con una diferencia: el “bici narco” repartía al menudeo, mientras que la banda desbaratada el sábado trabajaría en grandes proporciones.





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