L a masiva concurrencia a la marcha “Ni una menos” en todo el país dejó expuesto el rechazo de la sociedad al crecimiento del número de femicidios en los últimos años y la emergencia de una conciencia alerta respecto a la violencia de género; una problemática compleja con raíces en una cultura patriarcal y múltiples manifestaciones, de las cuales el femicidio es la más brutal, pero no la única. La dramática estadística de muertes de mujeres, en general a manos de hombres de su entorno íntimo, vista en profundidad, no deja de ser parte de la sintomatología de una problemática que reconoce raíces y manifestaciones en la sociedad misma, tanto en las relaciones familiares como en la cultura y las instituciones. Y como tal exige remedios en los que el compromiso alcance a todo el cuerpo social. La decisión de la Corte Suprema de Justicia de responder de inmediato convocando a las autoridades de los Superiores Tribunales y de las Cortes Provinciales y también de las Cámaras Federales a colaborar en la confección de un “Registro de Femicidios” es, sin duda, un paso adelante, aunque no sea más como aporte al reconocimiento de la realidad desde el plano institucional. Los casos de femicidios no aclarados en la provincia en los que se sospecha que las responsabilidades del caso no se termina de esclarecer a causa de la participación de “hijos del poder” o la presión, incluso, de funcionarios judiciales o políticos, es parte del aporte que le corresponde hacer a la Justicia en la búsqueda de respuestas acordes a la profundidad del problema. En tanto, el jueves, mientras la presidenta Cristina Kirchner partía a Roma para el encuentro que -por quinta vez- mantendrá hoy con el Papa Francisco, el gobierno nacional se aprestaba a cerrar un nuevo acuerdo salarial, esta vez con el gremio que nuclea a los bancos públicos, partiendo de la base a un aumento del 27,8%, tope que se impuso lograr para prevenir una nueva estampida inflacionaria. Tal como había ocurrido la semana pasada con los aceiteros, con quienes el Gobierno llegó a un acuerdo formal en torno del 27%, pero agregó compensaciones que en la práctica llegarían a una suba del 36%. En este caso se acordó un sistema de compensaciones por el pago de Ganancias y otros incentivos que elevaron el aumento al 33%. Aunque la estrategia compensatoria lo lleva a superar en la práctica el límite impuesto a las negociaciones, la metodología se muestra efectiva como contención de la conflictividad social en un momento sensible, sobre todo por el contexto electoral. El detalle que entusiasmó al ministro Kicillof, tras el acuerdo, no fue la imposición de la estrategia oficial a un gremio que venía dando muestras de malestar, sobre todo por el Impuesto a las Ganancias, sino la incorporación de una cláusula que otorga a los trabajadores del sector una participación en las ganancias del sector financiero, un instrumento vinculado al peronismo histórico. Trasfondo complejoEn este contexto, la decisión del juez Thomas Griesa de incorporar a un nuevo grupo de tenedores de bonos, ampliando en 5.000 millones de dólares las acreencias que pretenden cobrar los fondos buitre, aunque no sorprendió al gobierno argentino, remarca la continuidad del conflicto y, por añadidura, la fuerte presión que proyecta sobre la economía. En el escenario electoral, el debate se inclina preponderantemente hacia las idas y vueltas de los candidatos atravesando con levedad, temáticas como la discusión de la pauta salarial o el diferendo con los holdouts, pese a que las medidas que se adopten -o no- en estos aspectos son determinantes para la definición del marco económico de la contienda. A pocos días del cierre de la inscripción de frentes y alianzas, sin embargo, es lógico que la dirigencia política se muestre autocentrada y atenta a no dar un paso en falso en una instancia crucial. En la semana, el escenario electoral se vio acaparado por las presiones del massismo para llevar a Mauricio Macri a competir en las Paso con Sergio Massa y definir un candidato presidencial avalado por una coalición de la mayoría de las fuerzas opositoras; estrategia que se basa en la idea de “impedir que gane Cristina” a cualquier costo, tal como lo expresó en los últimos días, repetidamente, el movedizo “Colorado”de Narváez. La mediática renuncia de De Narváez a su postulación para la gobernación bonaerense, presentada como un renunciamiento histórico en favor de la unidad “anti k”, no parece que vaya a tener mayores consecuencias, dado el desbande previo de un número importante de intendentes bonaerenses del massismo a las filas del FpV y a la virtual implosión de la candidatura presidencial de Massa. Aunque no se descarta un acuerdo de último momento sobre la base de que Massa se avenga a ser candidato a gobernador y Macri acepte integrar un frente amplio anti K; los analistas que estudian al mismo tiempo los posicionamientos en las encuestas y la tendencia subyacente a la conformación de una nueva matriz política; le dan la razón a la postura del líder del PRO. En sus declaraciones en favor de la unidad “anti k”, el propio De Narváez sintetizó el dilema del presunto frente opositor, al manifestar que en su entrevista a solas con Durán Barba -el gurú de Macri- éste le dijo “que Cristina es imbatible y que ellos prefieren perder puros”.Sin maticesLa escena política en la provincia no contradice, en los grandes rasgos, la situación descripta a nivel nacional, ya que también en la arena provincial, la oposición sigue embarcada en un complejo devaneo interno, mientras el oficialista Frente Renovador tempranamente se definió por acompañar la candidatura nacional de Daniel Scioli, acordó un frente con el FpV local y ya cerró filas detrás de la fórmula Passalacqua-Herrera Ahuad. Luego de que la renovación lanzara la fórmula en el Centro de Convenciones, a principios de semana el diputado nacional Alex Ziegler brindó una conferencia de prensa en la que insistió en su candidatura a gobernador pero no pudo evitar que se advierta, al mismo tiempo, la soledad política en que se encuentra. La presencia del “Pai” Revisnki y del referente de Nuevo Encuentro en la provincia como únicos laderos no hizo más que remarcar esta soledad. Aparentemente, el diputado nacional se habría excedido en su intento de capitalizar los buenos resultados que obtuvo en las últimas elecciones, y aterrizó en una tierra de nadie que lo habría puesto prematuramente fuera de juego. hasta en su propio entorno, según una fuente autorizada, se oyó -tras la confere
ncia de prensa- afirmar que “siempre estuvimos dispuestos a seguir a Alex, pero dentro de la renovación, afuera no es lo mismo”. Por su lado, la UCR misionera decidió esta semana convocar a la Convención Provincial a una reunión extraordinaria que se hará hoy en Posadas, buscando que la máxima autoridad partidaria habilite un corrimiento en la lista de diputados, aprobada oportunamente; recurso que permitiría a la conducción damianista negociar los lugares expectantes que reclaman los partidos de oposición, comenzando por el PRO, para cerrar el frente electoral anti renovación.Aunque logre la autorización, la cúpula radical se enfrentará a un futuro de incertidumbre, ya que tendría que superar una muy probable judicialización; además de entregar los principales lugares en la lista a la oposición, quedándose con el dudoso beneficio de apostar a un triunfo que hoy no le vaticinan las encuestas. Según fuentes ligadas al clossismo, el Frente Renovador rondaría el 45% de intención de voto, seguido por el PRO que se acercaría al 30%. escenario que en el gobierno estiman que le permitiría ganar tres de las cuatro bancas nacionales en juego. Si esto fuera así, la dispersión en el arco opositor, aún con la presunta constitución del frente con base en el acuerdo PRO-UCR, no permitiría una respuesta rápida a la incógnita respecto a quién se llevaría la cuarta banca nacional. En los próximos días, la oposición tiene ante sí la última posibilidad de cerrar una oferta unitaria, y/o definir alternativas desde una visión más matizada que la que deja la cerrada táctica “anti”. El incidente que generó el gobernador Closs el domingo pasado en “Iguazú en concierto”, al irrumpir extemporáneamente junto a Daniel Scioli en medio del programa, mostró una imagen de los excesos que genera una extensa estadía en el poder; que demandan mirar con atención la evolución de las preferencias del electorado, de aquí a la cita electoral.





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