GARUHAPÉ (Enviado especial). Después de muchos años de estar parada, la Cooperativa Nueva Amanecer puso en funcionamiento la exfábrica Garumí y ya empezó a comercializar los muebles que se fabrican en ese lugar.La fábrica se inauguró en el 2008 con maquinarias nuevas y llegó para dar un nuevo aire laboral a las personas de la zona. Sin embargo estuvo parada por más de tres años, no por falta de trabajadores sino por “cuestiones políticas”. Pero finalmente y con la ayuda del Instituto de Fomento Agropecuario Industrial (Ifai) la carpintería comenzó a funcionar y en el pasado mes de febrero inició el año con la primera entrega de muebles.El presidente actual de la fábrica es Rufino Núñez, uno de los más antiguos en el lugar quien en una entrevista con PRIMERA EDICIÓN expresó su satisfacción por empezar a “producir, luego de varios meses de capacitaciones con personas de otras fábricas”.El galpón de la fábrica está ubicado en Garuhapé-Mí, y los trabajadores son todas personas de la zona, quienes decidieron apostar a la carpintería. Incluso algunos son hijos o familiares de obreros , “para la mayoría es una nueva actividad, veníamos haciendo todo de a poquito después de los cursos de capacitación que tuvimos y ahora por fin estamos logrando el objetivo que nos propusimos, que es la fabricación de cunas y sillitas para niños”, indicó Núñez.Con respecto a cómo es el trabajo diario, Rufino comentó que se reparten las tareas para fabricar muebles en serie. En estos momentos están abocados la fabricación de “cunas simples y sillitas, pero ahora también implementamos cunas con cajoneras, que lo hicimos porque vimos que la gente necesitaba un lugar donde guardar algunas cosas y lo incorporamos debajo. Todavía no comenzamos a construir, pero ya hicimos los pedidos de la madera que próximamente va a llegar a la fábrica”, contó y agregó: “todo se fabrica en serio y de acuerdo a los pedidos, en este caso, de Vicegobernación para el Plan Mamá. En estos momentos están saliendo cinco expedientes y por eso estamos trabajando con muchas ganas”.Sin embargo, no dejan de hacer otros muebles, ya que está empezando a circular de “boca en boca” que la fábrica está construyendo muebles de excelente calidad y con ventas a un precio competitivo. “De esta manera podemos competir, estamos demostrando que si cumplen con nosotros, los trabajadores vamos a cumplir con los pedidos. En febrero hicimos la primera entrega de cunas y sillitas de nuestra fabricación, que fueron 155 de cada uno”, dijo el responsable de la cooperativa, quien además confirmó que “estamos teniendo pedidos de clientes que llegan desde Puerto Rico, Capioví y del lado de Montecarlo también. En estos casos siempre trabajamos con pedidos, pero lo que más suele salir son roperos y aberturas”, dijo Núñez.Solicitudes de trabajoEste pueblo no escapa de la falta de trabajo que existe en nuestro país, por eso es común que jóvenes se acerquen hasta la fábrica para consultar si hay empleo. “Muchas personas de la zona vienen a la fábrica a preguntar sí hay vacantes, sí se va a tomar gente. Este lugar, en su momento fue sostén de familias, pero desde que cerró la exGarumí la gente comenzó a irse y buscar trabajo fuera del pueblo, pero hay muchos vecinos que quieren quedarse acá, porque en esta fábrica se trabaja de otra manera y estamos cerca de nuestras familias. Eso es algo que yo rescato, ya que anteriormente yo trabajaba lejos de mi familia y ahora estoy a doscientos metros de mi casa”, indicó.Además contó que “en la actualidad estamos trabajando diez personas, dependiendo de las necesidades lo hacemos durante un turno, pero si hay mucha demanda de trabajo, ya pensamos en incorporar personal para cumplir con los pedidos”.Sobre las máquinas, Rufino dijo: “estamos completando toda la maquinaria necesaria para hacer un mejor trabajo, más delicado. Incorporamos la espigadora, la barrenadora automática doble que nos compró el Ifai, al que hace un tiempo atrás le habíamos pedido para poder trabajar en serio y cumplir con las necesidades de nuestros clientes”.Núñez destacó el nivel de crecimiento que tiene la carpintería, ya que “son todos muchachos jóvenes, el tesorero y yo que somos los más viejos siempre le hablamos a ellos porque es su futuro. Yo sueño que esto no termine en mi pueblito, sino que se extienda más allá, para que la gente se pueda quedar con una fuente laboral digna”.“La materia prima es madera de pino, tratamos siempre de comprar en los aserraderos de la región ya que el precio es bueno, más si compramos en cantidad porque nos dan un buen descuento. La idea es llegar a los mercados más grandes, por eso no descartamos pedidos particulares”, concluyó.Un gran desafíoLa fábrica de terciados exGarumí cerró en el año 2007, y despertó la incertidumbre de los pobladores de Garuhapé Mí, ya que era la principal fuente de trabajo para ellos. Un año después, el Gobierno provincial compró el lugar y decidió poner, otra vez, en funcionamiento la carpintería, para ello compró máquinas de última tecnología, sin embargo, por más de tres años no tuvo producción.PRIMERA EDICIÓN conversó con el presidente del Ifai, Ricardo Maciel, quien comentó que fue un gran desafío poner en marcha la fábrica, porque debían empezar de cero con personas que tenían pocos conocimientos de carpintería. “En ese momento iniciamos con jóvenes desocupados y algunos exempleados de la cerrada fábrica (Garumí). Empezamos con ellos en un proceso de capacitación, organización y que hoy estamos viendo los frutos, pero se necesitó muchísimos esfuerzo desde todos los sectores, en primer lugar de los integrantes de la cooperativa, después del intendente Avelino González para el mantenimiento y también del Ifai y la Vicegobernación que hace las compras”.“Este año esta cooperativa va a trabajar con un potencial que nada tiene que envidiar a otros proveedores de la provincia. Si bien, hoy el tiempo de ellos está abocado a estos compromisos, la intención también es tener una carpintería activa que pueda proveer a obras en aberturas, muebles y distintos productos fabricados con la madera”, aseguró Maciel, quien además comentó que &
amp;ldquo;desde el Ifai hemos colaborado con un compresor para acelerar el proceso de pintado y también vamos a habilitar un anexo para la terminación de trabajo, es decir despegar la parte sucia del pintado y resguardo del producto terminado”, finalizó.





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