POSADAS. El rescatista “tiene que tener mucho corazón como para dar la vida o arriesgarla por una persona que no conoce”, manifestó el comisario Miguel Osvaldo Espinoza, jefe de Instructores de la Dirección de Bomberos de la Policía de Misiones, tras hacer una pausa en el taller de actualización para operadores en altura que se extenderá por unos seis meses.“Uno nace con la vocación. No conozco a mi víctima, no sé quién es. Pero dejo todo y la asisto. Eso se llama vocación de servicio. No tengo otra forma de explicarlo”, agregó, mientras observaba como los efectivos a su cargo escalaban un edificio en construcción ubicado sobre avenida Roque Sáenz Peña entre Bolívar y San Martín, generando adrenalina entre peatones y transeúntes que no podían evitar mirar hacia arriba. Un simulacro al que se desarrollará esta tarde en el edificio Torre Plaza San Martín, emplazado frente a la plaza homónima.Se puede decir que Espinoza lleva “una vida” en el tema de las alturas y el rescate de alto riesgo porque es una cuestión en la que incursionó tres años después de ingresar a la fuerza, hace 23 años, además de tener en su haber varios rescates de víctimas.Contó que uno de los casos más cercanos fue el de un joven que pretendía arrojarse desde una torre de iluminación del Club Jorge Gibson Brown, en cuyo procedimiento se utilizó por primera vez la autoscala de 56 metros adquirida para el trabajo de los bomberos.Otra intervención que mencionó fue el rescate de dos obreros de la construcción que trabajaban sobre un andamio en un hotel céntrico, a 35 metros de altura. “Sufrieron un percance cuando se rompió un perno pasante del andamio y quedaron suspendidos en el aire. No había escaleras suficientes para llegar por lo que se optó por hacer el descenso con cuerdas, inmovilizar a las víctimas y atenderlas en el aire, luego bajarlas hasta una altura prudencial donde había acceso desde los balcones”, explicó.Acotó que también participan de intervenciones donde hay personas suicidas y si bien “tomamos las medidas de seguridad y demás cuestiones pertinentes al caso, no tuvimos resultado positivo ya que quienes quieren suicidarse no avisan mucho sino que suben y se arrojan”.Sugirió que “hay que tener una mente tranquila. Gracias a la constante práctica, a la constante capacitación, se pueden tomar decisiones rápidas y la mayoría de las veces llegar a un feliz término. De todos modos, hay situaciones que escapan a nuestro control y se pierden vidas. Pero mientras que se pueda estamos preparándonos”.Parte del plan anualEn esta ocasión Espinoza tuvo a su cargo a efectivos de la Dirección de Bomberos y del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), efectuando una tarea conjunta y unificando criterios de intervención. “Trabajamos en operaciones en altura sea en rescates de alto riesgo, irrupciones, allanamientos, negociación de rehenes, evacuamos víctimas de incendios o personas lesionadas, y todas estas capacitaciones forman parte del plan anual de tareas de la Policía”, dijo.Aseguró que la Policía de Misiones “está preparada para intervenir en este tipo de cosas. Lo que sucede es que se hace un trabajo silencioso y que no siempre está a la vista de la sociedad, en lugares alejados. Como actualmente hacemos las prácticas dentro del casco urbano, a la mayoría de las personas les llama la atención. Es bueno que la sociedad sepa que nuestra fuerza está preparada para intervenir en edificios de gran altura”. Agregó que “vamos de acuerdo al crecimiento de la población y a la evolución de la sociedad misma, estamos preparándonos constantemente. Esta tarea no es de ahora, sino que viene de años. Son tareas programadas solamente que ahora están más a la vista. Tenemos equipamientos nuevos como cuerdas de alta resistencia que soportan un peso de ocho mil kilogramos, descensores, mosquetones, ochos, arneses, cascos, viseras, coderas, y todo lo que es necesario para poder trabajar con mucha seguridad en la altura y, específicamente, darle seguridad a la posible víctima”.Plan de evacuaciónSostuvo que existe una legislación vigente donde cada edificio, cada complejo habitacional, conglomerado, consorcio, debe tener un plan de evacuación, que normalmente se presenta ante la Municipalidad y ante la Dirección de Bomberos. “Dentro de ese plan o rol de contingencia, existe la posibilidad de evacuar a las personas por el exterior del edificio. Y ahora estamos trabajando en ese tema. El resto de la población no lo sabe pero en los establecimientos educacionales, supermercados, hoteles, lugares de residencia o asistencia masiva de personas, deben tener un plan de emergencia y dentro de eso, existe la posibilidad de la evacuación”, confió el profesional. Espinoza recordó que la policía está evolucionando para bien de la sociedad misionera. Anteriormente se enviaba al personal a otras provincias, otros países a fin de recibir este tipo de capacitación, y ahora lo hacen aquí, en la tierra colorada, gracias al esfuerzo de la Jefatura y del Gobierno, por lograr este tipo de capacitaciones que en otro lugar del mundo pueden resultar muy onerosas. “Lo estamos haciendo entre casa ya que tenemos los profesionales suficientes y estamos preparados. Hace más de veinte años estamos trabajando en este tema y tenemos experiencia”, aseveró.De adaptarse se trataA entender del comisario, el Grupo de Rescate fue evolucionando a medida que fue pasando el tiempo y se va adaptando a las características de la ciudad. Además, no interviene sólo en la zona urbana sino en espacios agrestes: peñascos, alturas, cerros, saltos o las mismas cataratas, lugares donde en ocasiones es necesario efectuar rescates.Dentro del Grupo de Rescate de la Dirección de Bomberos hay otros subgrupos integrados por especialistas en explosivos, en sustancias químicas peligrosas, en rescates de automóviles, en rescate acuático. “Todas esas capacitaciones, esos cursos, talleres, charlas que se hacen se brindan acá en la provincia, de manera silenciosa”, dijo.“Nos estamos preparando y preparando a nuestra gente, y no es para nosotros, es para la sociedad. Para que la gente se sienta segura y sepa que tiene a quien pueda ayudarla”, señaló. Durante la jornada del jueves trabajaron a partir de diferentes niveles (50, 35, 20 y 12 metros) y con diferentes técnicas de rescate. “Hay diferentes formas de descender y estamos aplicando todas y cada una. Cada estilo se adapta a una de las circunstancias o a algunas de las intervenciones”, aclaró.Uno de ellos es el descenso panameño, donde el operador se larga hacia abajo con la cuerda en la espalda. Hay descens
os invertidos, verticales, saltos al vacío. Hay diferentes estilos de rappel y distintos estilos de trabajar con cuerdas. Son aplicables a situaciones particulares o a la comodidad del operador porque nunca se tienen los mismos criterios. Cada uno adapta o adopta un estilo como propio. Es por eso que en el taller se practican todos los estilos a fin que el operador se sienta cómodo con alguno de ellos”.Para trabajar con víctimas en altura por lo general se conforma un equipo interdisciplinario. “Si estoy asistiendo a una víctima que puede ser suicida, puede tener un ataque de pánico, pudo haberse descompuesto, descompensado, como me pasó en dos oportunidades en la antena de la Casa de Gobierno, necesitamos un médico, un enfermero universitario, un psicólogo, un asistente social, alguien que asista junto al rescatista. Estos profesionales también reciben capacitación al respecto. Saben trabajar en altura, quizás no a la de un rescatista pero tienen el conocimiento y saben cuidarse”, ejemplificó.





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