POSADAS y COLONIA DELICIA. Con sus tierras avasalladas y pasando muchas carencias, la comunidad de Ysyry (en guaraní en realidad es Yychyry y significa “agua que fluye”), ubicada cerca de Colonia Mado, continúa viviendo una situación de precariedad e incertidumbre que se agravó con el incendio de una de las siete viviendas el viernes pasado. “La Policía ha confirmado que fue intencional el incendio y aprovecharon que la familia había salido a una fiesta organizada por el intendente para entrar a quemar”, señaló a PRIMERA EDICIÓN Dalmacio Ramos (29), cacique de Ysyry.La casa en cuestión estaba alejada unos 200 metros del resto de las viviendas y era la más cercana a la zona que desde el Municipio presuntamente intentan avasallar. Tras el siniestro, una familia entera integrada por una pareja, dos hijos pequeños y otro en gestación quedó con lo puesto, ya que perdió sus documentos y su ropa. “Durante el fin de semana ellos durmieron en la escuela -es una construcción de madera de un solo salón-, pero hoy (por ayer) ya tuvieron que salir porque había que retomar las clases y entonces hay que ver con qué familia se quedan, pero no es fácil porque la mayoría vive en carpas”, agregó el cacique.Fue por eso que ayer viajó hasta Posadas para reunirse con el ministro de Derechos Humanos, Edmundo Soria Vieta. “El ministro se comprometió a que mañana mismo (por hoy) un funcionario que estará viajando a visitar una comunidad de la zona se acerque a Ysyry para que vea cómo estamos viviendo”, señaló Ramos.El cacique indicó que a mediados de abril presentaron el último pedido al Iprodha en el cual piden -como desde hace dos años- algún tipo de solución habitacional para las familias que están en condiciones más precarias. “Son seis familias, entre ellas ahora está la que perdió su casa en el incendio”, precisó. Cabe destacar que las carencias no se limitan a lo habitacional, sino que también abarcan lo educativo, ya que en el pequeño salón funcionan el nivel inicial y la primaria, mientras que en la pequeña galería dan clases los de nivel secundario.Prácticas ilegalesPor esta crítica situación apuntan como principal responsable al intendente de Colonia Delicia, Eberth Vera, quien -según denuncian- comenzó a avasallar las tierras de la comunidad y buscó convencer a los propios guaraníes de que, a cambio de la construcción de viviendas para las siete familias más carenciadas de la aldea, cedan cerca de una hectárea de las tierras comunitarias para que se puedan destinar a otros vecinos de la zona.“Esto es una violación a la Constitución Nacional, a la Ley 26.160 de relevamiento de tierras originarias -por la cual esta comunidad ya tiene el informe del relevamiento realizado por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (Inai), donde se establece que son 558 hectáreas las que ocupan para el desarrollo de su vida- y a los derechos de las comunidades originarias”, señaló a este matutino Carlos Di Marco, integrante del Equipo Misionero de la Pastoral Aborigen (Emipa).





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