RIO DE JANEIRO, Brasil (AFP-NA). Ocupado desde hace diez días por unas 300 personas sin hogar, un edificio de más de 20 pisos de altura frente al Pan de Azúcar de Rio de Janeiro, del exmillonario brasileño Eike Batista, fue desalojado ayer por la policía en medio de un tumulto.Las fuerzas del orden rodearon el inmueble donde había numerosos niños y bloqueó la avenida Rui Barbosa, una de las más acomodadas de la ciudad. Los ocupantes sabían que la justicia había decretado una orden para su expulsión.En la confusión, un policía utilizó spray de gas pimienta. Finalmente, once personas resultaron heridas leves, mientras que dos ocupantes fueron detenidos. “Habíamos aceptado salir pacíficamente, pero en el momento en que nos íbamos un grupo prendió fuego a unos colchones, entonces vino la policía y empezó a golpear”, contó a la AFP Bete Araujo, de 58 años, una costurera y cocinera sin hogar.“La alcaldía nos ofreció un albergue municipal donde hay 130 plazas, pero nosotros no queremos ir. Está lejos de todo. Preferimos estar en la calle”, añadió. Durante varias horas, representantes de derechos humanos, de la fiscalía y del ayuntamiento estuvieron negociando con los ocupantes su salida pacífica.“Nadie está aquí por gusto. Son personas con carencias sociales absolutas”, afirmó por su parte Marcelo Chalréo, de la comisión de Derechos Humanos de la Orden de Abogados de Brasil (OAB).El edificio, que pertenece al club de fútbol Flamengo, fue arrendado al exmagnate brasileño Eike Batista. El que un día fuera el empresario más rico de Brasil tenía planes para transformar el inmueble en un hotel de cara a los Juegos Olímpicos de 2016, pero el edificio quedó abandonado desde que se declaró en quiebra.





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