POSADAS. Una terrible historia de violencia quedó al descubierto ayer en la quinta jornada del juicio oral y público por el crimen de Ramona Mercedes Gauto (37). Una denuncia ante la Policía previa al desenlace fatal y los testimonios de la amiga íntima de la mujer apuntaron sobre Jorge Alberto De Jesús (42), acusado de asesinar a golpes a su exmujer.“Es una persona agresiva y violenta. Hace karate y siempre me patea. La convivencia es imposible; tengo miedo por mi integridad física y la de mi hijo, mi esposo ya no se controla”, denunció Gauto ante la Policía. Fue el miércoles 11 de marzo de 2009 luego de una salvaje agresión que ayer finalmente saltó a la luz en el Palacio de Justicia, tal como pudo atestiguar PRIMERA EDICIÓN.La encargada del relato fue la oficial Patricia Sosa, en su momento jefa de la Comisaría de la Mujer de la UR-I, quien elevó dicha denuncia ante la Justicia. La policía declaró como testigo ya que en su momento certificó las actuaciones.Aquel día Gauto denunció que llevaba casada diez años con De Jesús y que hacía ocho era víctima de maltrato psicológico y verbal. Sin embargo, en aquella oportunidad la violencia física se hizo presente.“Me dijo: ‘Sos una rata, basura, puta de mierda, enferma, te voy a dejar sin nada, en la calle’. Me arrojó un ventilador en el rostro, me golpeó, pateó y arrastró del cabello hasta la cocina, donde tomó un cuchillo. ‘Te voy a matar, no vas a zafar de mí. Gritá todo lo que quieras, de esta pieza no vas a salir viva’ , me dijo. Después aseguró que si lo denunciaba me iba a hacer cosas peores”, consta en la declaración de Gauto que ayer leyó Sosa. En esa ocasión, en la comisaría, el médico certificó las lesiones que había sufrido la comerciante por la golpiza.La actual subcomisaria también contó que el jueves 3 de junio de 2010, cinco días después del crimen, la dependencia recepcionó el llamado de una mujer que se identificó como Marta Lezcano, dijo ser amiga de Gauto y aseguró que la comerciante era víctima de violencia por parte de De Jesús. “Le pedimos más datos, pero cortó y no volvió a comunicarse”, argumentó.Un relato similar fue el que también brindó ayer ante el Tribunal Penal 2 una de las amigas íntimas de Gauto. Blancanieves Caballero reconoció que aquel día de 2009 la acompañó a hacer la denuncia y que en reiteradas oportunidades le demostraba su disconformidad con la relación, pero que ella “no hacía caso y seguía con Jorge”.“Sé que esa pelea fue fuerte, porque ella le pidió el divorcio y él le exigió 200 mil pesos. Desde ahí contó que la amenazaba con que se iba a quedar sin nada. Y por eso ella pidió custodia policial en el negocio de la avenida Cabred”, indicó Caballero.La testigo también relató la tarde en la que Gauto fue hallada fuera de sí en la Estación de Transferencia de Miguel Lanús. “Me dijeron que vaya y, cuando llegué, ella no reconocía a nadie y quería agredirme. Ahí Jorge la internó en una clínica psiquiátrica. La vi a los dos o tres días y ella me pidió perdón, me dijo que no sabía en quién confiar”, reveló, tras lo cual recordó que “ella estaba totalmente alterada porque me dijo que no podía dormir, que Jorge la amenazaba con que la violaría y mataría”.Pese a eso y a que “Ramona sabía de las infidelidades de Jorge”, ellos volvieron a vivir juntos un tiempo en la casa de Santa Rita, hasta que Gauto finalmente decidió mudarse sola al departamento de Colón 1.824, donde fue hallada muerta cerca de las 19 del sábado 29 de mayo de 2010.Caballero confirmó que, a pesar de los maltratos, la pareja mantenía relaciones sexuales. “Ella decía que los sábados ‘le tocaba’ con Jorge”, rememoró, tras lo cual aseguró que en una oportunidad la víctima le dijo que De Jesús tenía un juego de llaves del lugar.Además de Sosa, Caballero y el hermano de la víctima (ver nota relacionada), otros cuatro testigos declararon ayer, pero aportaron poco y nada sobre el hecho que se investiga. Las audiencias continuarán hoy desde las 8.15 en el Palacio de Justicia, sobre avenida Santa Catalina. “Él quería que pusiera el negocio a nombre suyo”Ayer también declaró Roberto Gauto, hermano de la víctima, quien entre otras cosas dijo que Ramona había contado que “recibía amenazas de muerte de De Jesús porque habían comprado el negocio de avenida Cabred y quería que lo pusiera a su nombre, pero ella le decía que no, que eso era para su hijo”.Gauto contó que su hermana conoció al imputado cuando éste comenzó como vendedor del autoservicio familiar y que se casó un año después. “No estábamos de acuerdo porque se conocían hacía poco tiempo y sabíamos que tenía una mujer en Villa Cabello, pero ella estaba muy enamorada y no quería hacer caso”, relató.El testigo recordó que, al enterarse del maltrato al que era sometida su hermana, encaró e incluso se trenzó a golpes de puño con De Jesús.Por otra parte, dijo que el imputado usaba a Gauto: “La hacía trabajar todo el tiempo mientras él paseaba”, tras lo cual agregó que “cuando mi hermana murió, enseguida le atribuimos el hecho a él, porque la amenaza ba siempre”.





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